El Elche rechazó doce millones de euros del Sevilla por Lucas Boyé

Todos quieren a Lucas Boyé pero nadie se acerca a las pretensiones económicas que tiene el Elche CF. El mercado de fichajes invernal ha sido el mejor ejemplo de que el gol cuesta dinero y de que en el Martínez Valero no van a regalar a su referente ofensivo. Muchos han sido los equipos que han estado relacionados con el delantero argentino pero pocos los que realmente han dado el paso al frente para concretar un hipotético interés en oferta. Desde el FC Barcelona hasta el Atlético de Madrid, pasado por el Bologna FC de la Serie A italiana. El único club que ha pasado durante el pasado mercado invernal a la acción ha sido el Sevilla FC. La entidad hispalense puso sobre la mesa doce millones de euros. Una oferta insuficiente para Christian Bragarnik que ni la contempló por no ser ni la mitad de la cláusula de rescisión que figura en el contrato del futbolista. 

El sudamericano es el mayor negocio que tiene en el horizonte el propietario franjiverde, que va a exprimir al máximo el precio de un futbolista que todavía tiene dos años más de contrato en el Martínez Valero. A pesar de que Bragarnik no aceptó la propuesta andaluza, por considerarla insuficiente, en el Elche CF sí se ha planteado una cifra a partir de la que se pueda empezar a negociar, rebajando las pretensiones económicas de la cláusula de rescisión de Lucas Boye (veinticinco millones de euros en Primera División y quince millones de euros en Segunda División), dieciocho millones de euros. Un precio que ha sido prohibitivo para quienes se han interesado de palabra, pero no de acción, por el que es máximo goleador franjiverde, junto con Pere Milla, esta temporada. Unos números que se complementan con los de la pasada temporada en la que anotó ocho goles, uno en Copa del Rey. 

Situación médica 

Casualidades de la vida, el delantero argentino no pudo estar el pasado viernes en el que podría haber sido su estadio por unas molestias en el recto anterior del cuádriceps de la pierna derecha. El argentino está trabajando en su puesta a punto desde el pasado viernes, momento en el que no pudo subirse al autobús para viajar a Sevilla. El hematoma que sufre está siendo tratado con mimo y cariño para que el argentino pueda ser de la partida dentro de siete días en el Ciutat de València ante el Levante UD. El delantero ha realizando tres sesiones de trabajo al margen del grupo durante la semana, ejercitándose y fortaleciendo la zona dañada en piscina, mientras que hoy ha estadio en el estadio. Todo lo que sea forzar durante este tiempo puede hacer que el hematoma que produce sobrecarga puede acabar convirtiéndose en una contractura o incluso una microrrotura o una rotura, en el peor de los casos.