El dilema de Lucas Boyé

Lucas Boyé no ha arrancado con buenas sensaciones la pretemporada del Elche CF. El delantero disfrutó ante el filial del Villarreal CF de sus primeros minutos veraniegos (45) pero el trabajo que está realizando el atacante de San Gregorio está siendo intermitente debido a las molestias que arrastra en el tendón del aductor, por la lesión sufrida la temporada pasada en el mes de abril ante el Athletic Club en el Nuevo San Mamés. El argentino comenzó la fase de preparación rebajando carga al margen del grupo durante la primera semana de trabajo, junto con los también lesionados en la recta final del pasado curso Gonzalo Verdú y Johan Mojica. 

La situación se prolongó durante la segunda semana, pero Lucas Boyé se reintegraba en la dinámica grupal el pasado lunes y tuvo minutos ante el cuadro castellonense. Sin embargo, las molestias del delantero no han cavado de remitir y el pasado viernes, en la jornada previa del encuentro ante el CD Leganés, dos días después de debutar en partido de pretemporada, el futbolista se marchaba quince minutos antes de que finalizara el entrenamiento del Diez Iborra, rumbo al Martínez Valero, acompañado de fisioterapeuta. El jugador se quedó en la grada de Pinatar Arena viendo el partido ante el cuadro madrileño.

La evolución de las molestias de Lucas Boyé marcará el camino a seguir. La recuperación del argentino parecía una realidad pero los primeros entrenamientos veraniegos han encendido la alarma en el Martínez Valero. Pasar por el quirófano es ahora la última opción pero si las molestias no remiten sería la solución. Los servicios médicos franjiverde aconsejaron dicho camino hace tres meses, cuando se conoció el alcance de la lesión, pero la opinión profesional fue descartada y apoyada por el club, apostándose por un tratamiento conservador que hizo que el delantero tampoco pudiera terminar la temporada jugando tras su regreso.

Médicos aconsejaron operación

Pasar por quirófano no sólo implicaría que Lucas Boyé olvidara sus pequeñas posibilidades de disputar el Mundial de Qatar 2022 con Argentina, también que Christian Bragarnik viera como se complica una posible operación de venta del mayor activo económico que tiene en su plantilla. Precisamente, uno de los motivos por los que se descartó la operación en abril fue para poder llegar al inicio de la presente temporada, con el mercado de fichajes de por medio, sin el parón del bisturí. Ahora, tres meses después la situación queda en compás de espera con la incertidumbre y el dilema que genera a Lucas Boyé su tendón del aductor.