Prueba de confianza

Bill Murray se ha convertido en un aprendiz al lado del Elche CF de ‘Pacheta’ si equiparamos su famoso papel de protagonista en el clásico cinematográfico ‘El día de la marmota’ con la situación que vive el equipo franjiverde en este inicio de temporada liguera. El bucle en el que están anclados los ilicitanos, viendo cada partido como la historia se repite, ha hecho que cada semana el debate franjiverde gire en torno a las mismas pautas.

Sensaciones contra resultados, resultados contra sensaciones. ‘Pacheta’ no acaba de dar con la tecla para que su equipo pueda cerrar el círculo con victoria esta temporada. Por mucho que el burgalés martillee su mensaje el fútbol vive de hechos, no de palabras y ganar se antoja como vital para el devenir a corto y largo plazo de los ilicitanos. Oviedo ha sido la última muesca de un equipo que por falta de ganas no va a ser.

El equipo mejora cada semana, aunque haya detalles que se deben pulir, y el juego sigue marcado por una línea ascendente. El problema sigue estando en la definición. Desde el vestuario franjiverde se le llama suerte, y algo de cierto habrá, pero la realidad es que al equipo se le hacen pequeñas las porterías y la luz se le apaga cuando se pisa área. Todo es entrenable, me decía hace días un técnico de fútbol, pero no menos cierto es que el gol se lleva en la sangre y los franjiverde necesitan una urgente transfusión.

¿Hasta cuándo se puede seguir insistiendo? Hasta que te dejen en el caso del fútbol, más aún en un club como el del Martínez Valero en el que las prisas desembocan en precipitación y la precipitación en toma de decisiones erróneas. Es el pan nuestro de cada día. O ganas o es más fácil cortarle la cabeza a un entrenador que a veinticinco jugadores, en este caso alguno menos por el límite salarial y sus enrevesados ángulos para cuadrarlo a la realidad del Elche CF. Sin embargo, no hay nadie mejor que el burgalés para sacar este proyecto adelante, a día de hoy. Distinto puede que sea dentro de unas semanas.

Y no será cuestión de resultados sino de confianza. El grupo cree en su líder y la fe mueve montañas. ‘Pacheta’ marca el camino que quiere que su equipo ande sorteando las piedras que surjan rumbo a la permanencia. Todos sabíamos que este año sería de los de poner un par de velas, y otras cosas, para conseguir el milagro. Pues pongámoslo. Maximicemos los puntos fuertes y minimicemos los débiles desde la realidad que vive un equipo vetado de cara al gol pero libre e independiente cuando juega al fútbol.