Prohibir porque la verdad es incómoda

Ha pasado más de una semana desde la decisión del Elche C.F. de vetar al periodista y compañero Jerónimo Tormo y la entidad franjiverde todavía no se ha retractado. Esta postura solo se entiende como una medida coercitiva por parte del Club, que busca silenciar o castigar a un periodista crítico y eficaz, que ha destapado muchos asuntos comprometidos que a más de uno en la planta noble del Martínez Valero no le hubiera gustado que salieran a la luz. 

Hablar de "manipular y tergiversar" información tiene salida en los tribunales, pero querer censurar al periodista es una postura inadmisible que por si sola pone en evidencia la credibilidad de la entidad que lo propone, en este caso el club franjiverde. 

El Elche CF tiene a su disposición diferentes recursos jurídicos para perseguir esta información si fuera incierta o vulnerara al honor. Durante los cuatro años que Jero Tormo lleva colaborando con esta casa, no ha habido ninguna demanda, ni siquiera una nota aclaratoria para dementir alguna información. Tampoco las ha habido durante el tiempo que lleva trabajando en su emisora COPE Elche. ¿Por qué? Porque lo que ha contado son noticias verídicas y contrastadas. A Jero Tormo le censuran porque no gusta lo que cuenta. Quien busque otro motivo está equivocado. Puede gustar más o menos la información o la forma de explicarla, pero ésta se ha ajustado siempre a la lamentable realidad institucional que está viviendo el Elche CF desde hace seis años. 

Aplaudo el apoyo de muchos compañeros de profesión, especialmente  el de aquellos que abandonaron la sala de prensa del Martínez Valero en señal de protesta o los que hicieron una mención pública en sus canales sociales. La respuesta de la mayoría del aficionado también fortalece. La afición conoce perfectamente la situación del club franjiverde y entiende el contexto de este veto. 

Pasado un tiempo de la medida, y analizando fríamente todo lo acontecido; en el Elche deben asumir ya que su decisión no solo es injusta, sino que vulnera libertades básicas de información y opinión y pone en entredicho la credibilidad y el prestigio de una entidad de 95 años de historia. Porque el Elche CF no es su Consejo de Administración. El Elche CF somos todos, club, prensa, jugadores y afición. Y esta censura no ataca únicamente al derecho de un periodista, sino que nos daña a todos.