Los pequeños también ganan

Los pequeños también ganan

Jerónimo Tormo,

El Elche CF de ‘Pacheta’ tiene un no sé qué, que sé yo. Diferente al resto por ilusión. Un halo especial que, más allá de lo que pueda pasar en este sprint final de competición liguera, dibuja una sonrisa de orgullo franjiverde, más allá del resultado de cada partido. El fútbol pone sus notas a final del curso pero, viendo a este grupo, es imposible no caer en la tentación de premiar el buen trabajo con una merecida y reconocida palmadita en la espalda. El Elche CF fue a Vallecas a hablar de su libro. El que está escribiendo de manera aplicada, con letra de caligrafía, en renglones tan rectos como su trayectoria durante la temporada. Un libro en el que pasa páginas para abrir nuevos capítulos. La historia ya ha cambiado su trama. Redactado desde la permanencia ha llegado a un tramo final en el que toca dejar de leer entre líneas de un playoff de ascenso en el que vive desde hace semanas.

Un manual de resistencia en el que los franjiverde han pasado por todos los estados que un tapado que deja de serlo puede pasar durante una temporada tan larga. Un libro que da alegrías y que, aunque haya gente a la que no le gusta que el buen aficionado del Elche CF se ilusione mirando la clasificación (poniéndola del derecho y del revés, haciendo cuentas y sacando números) disfruta el momento. Hay demasiado rancio arrancado del futuro que tiene el gatillo sensible esperando el partido en el que pueda liberarse de su tóxico corsé para decir aquello de “ya lo decía yo”. Pues al que no le guste, que no mire y se quede en casa. Yo veo la clasificación todos los días. La repaso y me recreo porque no sé cuándo podré volver a hacerlo. Lo que venga después no me importa. Carpe diem.

Un equipo puede ganar, empatar o perder; pero el que lo intenta cada fin de semana nunca fracasará. Sólo lo hace el que baja los brazos y se deja llevar por la corriente o por la complacencia de haber cumplido el objetivo y no querer más. El camino hacia el playoff de ascenso pasa por los cincuenta puntos. O llegas o no llegas. Mensaje tan práctico como real. ¿Qué igual te quedas a medias? Quizás pero ¿y lo bien que lo estamos pasando a principios de marzo y lo mejor que lo podemos estar pasando a final de mayo? Eso no te lo quita nadie. Este equipo se va a llevar el aplauso de su afición con una sonrisa en el rostro y unos ojos inyectados de franjiverdismo, pase lo que pase.

El fútbol, como el deporte, son pequeñas gestas. Luchas entre la ilusión y la obligación. El fin de semana nos ha dejado dos espejos en los que un equipo puede, y debe, mirarse en el mundo del balonmano y el del fútbol sala. Benidorm y Valdepeñas han vibrado como lo hace Elche con BM Benidorm y FS Valdepeñas en la Copa del Rey y la Copa de España. Dos formas de entender cada una de las disciplinas deportivas en las que compiten, que han llegado a la final y que, aunque las han perdido, han logrado algo más que un entorchado. Los equipos pequeños también ganan. Quizás no consigan títulos pero la recompensa a su trabajo bien valen las alegrías y experiencias que se suman dentro de una pista. El Elche CF es de ese tipo de equipos, de los que quieren ser pequeño pero matón en un mundo de transatlánticos de Segunda División en el que la ilusión puede ser el David del Goliat obligación.

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