Sepulcre barre para casa

Elche CF | ANÁLISIS

Sepulcre barre para casa

El máximo accionista señala la gestión de la pasada temporada, con rescisiones que llegaron a 1.300.000 euros, como clave para que el límite salarial franjiverde no se haya correspondido con el planificado y defiende la independencia de Nico Rodríguez

Jerónimo Tormo,

Todo es mentira. El grupo inversor argentino no ha puesto un solo céntimo de euro para ampliar el límite salarial, Nico Rodríguez no ha visto como su independencia al frente de la comisión deportiva franjiverde ha sido alterada y el actual límite salarial con el que se ha confeccionado la plantilla del Elche CF no ha sido el esperado por la gestión económica y deportiva que se llevó a cabo la temporada pasada. José Sepulcre habla poco pero cada vez que lo hace, para bien o para mal, no deja indiferente a nadie. El máximo accionista de la entidad del Martínez ha construido un mensaje al que el tiempo, y la hemeroteca, ajustarán su verdad subjetiva a la objetiva realidad. Un discurso cargado de incomprensión por la falta de cariño de un pueblo que le ha dado la espalda económicamente para apoyarle, en un regreso que en su cabeza pintaba mejor que lo que el día a día le está dibujando.

José Sepulcre intenta despejar dudas. El máximo accionista ha expresado hoy su verdad, otra cosa es que el problema de credibilidad que arrastra ante su afición permita que su mensaje cale. No hace mucho el discurso de hoy era el de ayer. Un alegato que repetía teniendo a su lado a otros personajes a los que el dinero les abrió la puerta del Martínez Valero. El máximo accionista barre para casa cuando se trata de poner las reglas del juego. Hace bien, el tablero es suyo y siete millones de euros le ha costado durante el último año. Pero querer compartirlo no vale cuando se le cierra la puerta al accionariado en las Juntas y su rodillo ha diluido a los empresarios de la ciudad. Me decía hoy en el club franjiverde un trabajador, “hay que ser valiente para volver”. Esperemos que volver sea valiente y no osado. Todo el mundo tiene que tener el beneficio de la duda.

El problema es que da la sensación de que a Sepulcre le está empezando a quemar el Elche CF. El pozo sin fondo en el que se ha convertido la entidad del Martínez Valero exige compartir el pastel pero, cuando lo quieres hacer, no hay comensales que se sienten a tu mesa porque les has retirado las sillas. La única solución llega de puertas hacia afuera, muy afuera. Hasta Argentina hay que emigrar para encontrar las soluciones a la post guerra franjiverde. El máximo accionista se ha quedado solo y necesita nuevos amigos con los que compartir el juego. Tampoco de cualquier manera, hay que ponerse a la altura económica y bien que lo veo. Si en el pasado nadie le dio duros a cambio de pesetas al ex presidente, ahora el máximo accionista no va a ser menos.

Pozo sin fondo

El problema de este Elche CF de José Sepulcre es que cada día que pasa menos es más y el agujero en el bolsillo del pantalón cuesta más coserlo. Siete millones de euros en un año son el listón para ser socio de Tenama Inversiones en la cruzada franjiverde. Si esa es la cantidad aportada por Sepulcre y Rocamora, la ecuación ya tiene despejada su incógnita. El problema es saber elegir bien los compañeros de viaje y ahí es donde Sepulcre debe acertar de una vez por todas. Los dos últimos no fueron los mejores y el abogado lo ha reconocido, entre líneas y mordiéndose la lengua, señalando la gestión del pasado, tanto económica como deportiva, como una de las claves por las que este año ‘Pacheta’ no tiene ese mejor equipo que el burgalés vaticinaba.

Operaciones y salarios que se han acumulado para acabar floreciendo. Sepulcre ha comprobado en sus propias carnes como la teoría del pan para hoy, hambre para mañana no es tan bonita cuando el que se come el marrón, y viene por detrás, es él. Dividir en dos el contrato de Jony Ñíguez o pactar las rescisiones de jugadores que sólo tenían que estampar la firma en el documento para cobrar sin haber jugado un solo minuto el pasado curso en el Elche CF, han sido las puntas de iceberg del legado heredado de Diego García y Jorge Cordero. Tampoco puede tirar la primera piedra, libre de pecado, José Sepulcre porque él bien sabía lo que se cocía en las entrañas del Martínez Valero o, al menos así lo aseguraba el presidente dimitido (según él) despedido (según yo) Diego García. Hasta tres cafés se tomaban al día para poner sobre la mesa las cartas de la partida. Pues ahora parece que la mano estaba amañada. Esperemos que los amigos argentinos no acaben siendo los nuevos amigos a los que echarles las culpas como siempre ha hecho Sepulcre.

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