Satisfacción, resignación, optimismo

‘Pacheta’ mira de reojo hacia el lunes 2 de septiembre. El cierre del mercado de fichajes se aproxima y la plantilla franjiverde tiene todavía retoques pendientes de una inyección económica que permita aumentar el límite salarial. Una situación que no es extraña para el burgalés. Ya el pasado curso, el técnico de Salas de los Infantes vio como en el sprint final Manuel Sánchez, Jony y Borja eran inscritos (Claudio salía cedido a Miranda de Ebro) e incluso, durante este verano sigue pendiente del alta de San Román y Andoni López. Una situación que curte y que, no por repetida, se hace más llevadera.

‘Pacheta’ baraja sensaciones. Desde la satisfacción por el grupo configurado, a la resignación de las cuestiones económicas, pasando por la intriga de tener que empezar a probar jugadores en posiciones impropias para adelantarse a los problemas. El cierre del mercado de fichajes ha vuelto a repetir errores del pasado que, aún así, no borran el tono optimista del mensaje del entrenador franjiverde. “No me voy a quejar para nada” espeta el burgalés, “si tengo que competir con los que tengo, voy a la pelea”. Como si de un déjà vu se tratara, ‘Pacheta’ vuelve a aferrarse al discurso institucional de la empresa que le paga. No le queda otra aunque sea consciente de que, con los mimbres que se rodee una plantilla incompleta no será salvavidas ante los malos resultados.

Satisfecho, resignado pero también ilusionado. “Es una plantilla a la que se le puede sacar rendimiento. Puede faltar un central, pero no voy a echar en falta nada. ¿Si aparece una opción que entra en lo económico? Creo que se hará”. El burgalés quería un grupo de jugadores corto pero en sus planes no entraba disponer tan sólo de dieciocho de primer equipo. Unos números que no asustan al técnico que señala al filial como refuerzo de grupo. Óscar Gil y Alberto Rubio han convencido al burgalés. Aún así, el entorno debe ser consciente de la dificultad que entraña dar el salto de categoría y sostener a la espalda la presión de un equipo como el Elche CF. Nombres que no esconden, por mucho que ‘Pacheta’ se sienta satisfecho, resignado o ilusionado; que la teoría nos e ha convertido en práctica. “Pensaba que íbamos a tener un presupuesto mayor por los pagos realizados a Hacienda y otras deudas solventadas”.

Canteranos

‘Pacheta’ se adapta a las circunstancias. Tampoco es que el burgalés pueda hacer mucho más. El entrenador del Elche CF acepta la situación de una plantilla que, por mucho que intente maquillar la falta de recursos bajo el paraguas de la polivalencia, queda corta. El técnico se ha caracterizado siempre por ser un trabajador que sigue la línea de los despachos, centrándose en lo único que depende de él; el trabajo diario. Aún así, no parece que la comodidad que exhibe el entrenador del Elche CF sea como para estar tan tranquilo. Sobre todo porque el primero al que se le pedirán responsabilidades será al que se le puede cortar la cabeza. De momento, ‘Pacheta’ toma aire, cuenta hasta diez y se muestra optimista. El problema puede llegar cuando los dieciocho hombres, más los canteranos, se antojen insuficientes y lleguen los madre mía si el grupo no crece antes de ese lunes 2 de septiembre que el burgalés mira de reojo. Esta es la realidad del Elche CF y con ella deberá lidiar el entrenador.