Quién te ha visto y quién te ve
Entrenamiento del Elche en la temporada 22-23 / Elchedirecto.com

Quién te ha visto y quién te ve

El bajo rendimiento de los jugadores del Elche CF ha propiciado que el nivel grupal se haya visto afectado por la suma de las individualidades en perjuicio del colectivo. Edgar Badía es el único futbolista que se salva de la quema franjiverde

Jerónimo Tormo,

El orden de los factores sí afecta, en el fútbol, al producto. La mala situación deportiva que viva el Elche CF no es casualidad cuando la gran mayoría de los futbolistas franjiverde han bajado su rendimiento respecto a la temporada pasada. Quizás esté sea el nivel real del grupo y el curso anterior se jugó por encima de las posibilidades o quizás condicionantes externos como la nefasta gestión de la parcela física, asumida está temporada por Jonatan Santos y Víctor Salinas por orden directa de Christian Bragarnik, unida a la falta de confianza que genera la ausencia de resultados positivos, sin olvidar los vaivenes en el banquillo del Martínez Valero; se han convertido en la mezcla perfecta para poder dar explicación al por qué del último puesto que el Elche CF ocupa en la clasificación de Primera División.

Línea por línea, quién le iba a decir al equipo ilicitano que estaría tan lejos de lo visto la campaña pasada. Sólo la portería, y sólo Edgar Badía, se salva. El catalán ha sabido mantener el nivel exhibido durante el pasado curso, y eso que no ha dejado el marco a cero en ningún partido de LaLiga. Aún así, sus intervenciones le han convertido en el segundo guardameta que más para de la categoría, con dos intervenciones menos que Ledesma, a pesar de ser el portero más goleado. Axel Werner no ha debutado, y sólo jugó ante el CD Alcora en Copa del Rey. El año pasado estuvo cedido en Argentina, por lo que nada se puede concluir de su temporada en clave franjiverde. Jesús Ruíz y Juanpe Navarro, del filial, han sido los porteros que han completado el trío de guardametas, también Andreu Vivó o incluso Luismi Quirant, los cuatro sin incidencia en el devenir del equipo.

Espejismo franjiverde 

La línea defensiva es la que más decepciones ha despertado durante las dieciséis jornadas en las que el Elche CF no ha sabido todavía lo que es ganar. El Elche CF tuvo que mejorar mucho el pasado curso, sobre todo en los errores individuales, para poder encontrar un equilibrio en su retaguardia. Esta temporada no se ha sabido dar con la tecla, ni cambiando el sistema ni con cinco entrenadores en el cargo. Lirola ha estado muy lejos de lo esperado, y se trabaja en su salida, Clerc ha tenido que pelear contra sí mismo y su gafe, además de la alargada sombra de Mojica, mientras que ninguno de los centrales Gonzalo Verdú, Diego González, Enzo Roco o Pedro Bigas han dado sensación de seguridad. El capitán es el más expulsado del equipo (2), el gaditano nunca ha encontrado su sitio, el chileno es centro de las críticas y el balear es el más aseado pero sus problemas musculares son un lastre. Sólo los detalles y el esfuerzo de Palacios se salvan de la quema, y de forma ajustada. John ha pasado desapercibido.

La medular franjiverde sigue los pasos de la defensa. Mascarell y Gumbau no funcionan y poco, o nada, queda de aquella pareja de centrocampistas que abarcaba campo y equilibrada la salida y recuperación de balón. Raúl Guti no ha sabido aprovechar el bajón de sus compañeros y su rendimiento tampoco difiere del ofrecido desde que llegara al Martínez Valero, mientras que Domingos Quina no ha demostrado estar por encima de la media. En posiciones de ataque, como el portugués, la decepción tiene nombre y apellido. Álex Collado, ahora lesionado, no se ha sabido adaptar a la exigencia de un equipo que pelea por evitar el descenso y nunca ha sido capaz de demostrar la calidad que atesora. Menos se puede hablar del experimento Pastore. El 'Flaco' es la punta del iceberg de la nefasta gestión deportiva llevada a cabo por Bragarnik y su presente está en Qatar, lejos del fútbol de alto nivel al que ya no tiene acceso.

El rendimiento de 'Tete' Morente, Fidel y Josan no mejora el visto el pasado curso. El primero ha sido incapaz de repetir unos números que demuestran que estuvo por encima de su potencial, el segundo ha estado lastrado por las lesiones, mientras que el tercero, a pesar de que cada vez que ha jugado ha hecho honor a su ADN de entrega, lucha y constancia, no ha tenido la regularidad deseada para poder quitarle el puesto a cualquier jugador de banda. Nico Fernández, fichado en verano, ha dejado detalles insuficientes en su estreno en Europa. El argentino llegó el último día del mercado que se cerró en agosto y, a diferencia de Fede Fernández (otro fiasco víctima de la dudosa sapiencia deportiva del propietario), al menos ha podido hacerse un hueco en forma de minutos en el equipo franjiverde.

Delantera desolada

Pero dónde más suspiros se han quedado suspendidos en el aire ha sido en la delantera. El gol se ha peleado con el Elche CF porque los atacantes franjiverde han sido incapaces de seguir los pasos dados durante la temporada pasada. Sin incluir a Roger Martí, el pasado curso en el Levante UD (aunque con un rendimiento muy por encima del actual), Lucas Boyé es la gran decepción del equipo ilicitano. Mucho se esperaba del jugador de San Gregorio, que incluso ha tenido su futuro escrito lejos de Elche, y poco se ha trasladado al terreno de juego. También Ponce, por el que se llegó a pagar traspaso. Sólo ha marcado un gol menos que Pere Milla (3), máximo goleador liguero del equipo, pero su rendimiento está a años luz de lo visto el pasado curso. Precisamente, el delantero catalán es el único que se puede salvar de la medianía franjiverde. Ya no por sus goles, sino por el trabajo y la entrega sobre el verde. Unos argumentos tan pobres como tener que apelar a ellos, pero esta es la cruda, triste e inconsolable realidad del Elche CF.

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