Perro flaco

Elche CF | CONTRACRÓNICA

Perro flaco

Jerónimo Tormo,

El Elche CF vive sumido en la desgracia deportiva. La Ley de Murphy se ha convertido en el hilo musical de una temporada en la que, si algo puede salir mal, acabará saliendo todavía peor. El equipo franjiverde no tiene suerte y cuando la balanza de los detalles está preparada para inclinarse hacia un costado, siempre se ceba con los ilicitanos para castigarle sin piedad.

El conjunto de Beccacece ha merecido tener premio en Girona. A diferencia de Pamplona, el planteamiento no se ha diluido en el conservadurismo y Beccacece ha sabido resolver las adversidades que el partido le ha generado; más allá de sus limitaciones. El problema llega cuando tu forma de vida este curso es quedarte a medias en todas y cada una de las acciones decisivas.

Dicen que a perro flaco todo son pulgas. El Elche CF las colecciona y le sobran. Son detalles que, por separado quizás no importen, pero tantos y acumulados; le convierten en un equipo hundido en la clasificación por deméritos propios. Un centro en el último minuto, cuando caminas a vestuarios con la sensación de que has sido superior. Un rechace en la frontal del área, que refleja tu debilidad, para acabar de matarte.

Querer no siempre es poder. El fútbol se está cebando con la franja verde. Algo hará mal para que, en veintinueve partidos, el guión se haya reescrito hasta la saciedad, pero no todo debe pesar en el debe del conjunto ilicitano. Ser débil en las áreas, propia y rival, se paga muy caro. Necesitas mucho para marcar y con poco te marcan. Es el precio de un descenso que tiene carácter de crónica de una muerte anunciada y sólo falta saber su fecha matemática.

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