‘Nino’ de mi vida

‘Nino’ dice adiós al fútbol. Llevo minutos dándole vueltas al folio en blanco. Pienso cómo escribir lo que siento decir para poder compartir con quien lea esta reflexión lo que puede llegar a significar el almeriense para el franjiverdismo, y concretamente para mí. No voy a ponerme límites ni barreras. Aviso, escribo desde el corazón. Ese que late a golpe de cada uno de los goles que por suerte he podido cantar delante de un micrófono, con su nombre por bandera. Soy de ‘Nino’. Poco más puedo decir. Quizás suene a poco si no tienes una franja verde pintada entre pecho y espalda pero es que los que hemos mamado desde pequeños este sentimiento y esta pasión somos así. No puedo, ni mucho menos quiero, esconderlo. Hablar de ‘Nino’ es hablar de un referente. Un ídolo, una leyenda, un icono. Un tipo humilde que ha conseguido algo que no todo el mundo puede decir, hacer de una ilusión tu profesión.

‘Nino’ dice adiós al fútbol. Deja huérfana a toda una generación. Gente que ha crecido con sus goles, que ha tenido que aprender a hacer camino con su ausencia y que ha disfrutado con su regreso. Locos que hemos tenido que defendernos del influjo de Real Madrid o FC Barcelona cuando nos preguntaban de pequeños de qué equipo éramos. De ‘Nino’ y diez más. De un señor del fútbol honrado donde los haya. Competitivo como él sólo. Luchador ante la adversidad. Inconformista e idealista. Aquel niño que llegaba a Elche para reescribir la historia franjiverde y coger el relevo de los mitos que han defendido la franja verde a lo largo de sus casi cien años de supervivencia en el fútbol español. El sonido del gol atronador cuando la grada contiene la respiración y su ídolo carga la bota. El Iniesta de mi vida que deja paso al ‘Nino’ de mi vida. En el nombre del gol.

‘Nino’ dice adiós al futbol. Es imposible quedarse con un solo momento de alegría que haya regalado al franjiverdismo. Una persona que nos representa, que se ha trabajado todo lo que ha conseguido y que cuando se le ha necesitado, ha acudido al rescate. Quisieron echarle sólo los que nunca entenderán, por mucho pin o golpe de corazón en la solapa de hojalata que se den, qué es el Elche CF y lo que ‘Nino’ representa. Se equivocaron de objetivo y el tiempo ha demostrado quién tiene el cariño, el reconocimiento y el respeto. El que se lo gana, el que se lo trabaja, el que se lo merece. Si sirvió de algo contarlo, para que luego su estampa haya quedado inmortalizada en la historia franjiverde, me alegro de haber prolongado la carrera deportiva en el Martínez Valero de un siete que ha quedado guardado en la vitrina de legendarios.

'Nino' dice adiós al fútbol. Se me encoge el corazón. Todos lo habíamos pensado. Lo dábamos por hecho pero no por esperado duele menos ver como un trozo de la historia del Elche CF, la que has vivido, cuelga las botas. El reloj de arena ha dejado caer su último grano. Ha llegado el momento de la despedida. El fútbol se apaga. La leyenda, la persona. El silencio duele, el recuerdo mata. Los aplausos retumban cuando el siete se despoja la sudadera y se enfunda la casaca. Un tenue parpadeo separa Melilla y Mareo. No es un sueño. El tiempo se ha detenido. Veinte años no pueden resumir el orgullo de haber defendido la franja verde, la pasión de haberlo vivido y haberlo disfrutado. El último ídolo de un sentimiento llamado Elche CF, la marca de una generación. Duele imaginar el fútbol sin ‘Nino’ pero el fútbol es vida. Que la diosa fortuna te sonría. Te lo mereces...