La punta del iceberg

Elche CF | OPINIÓN

La punta del iceberg

Jerónimo Tormo,

Todo lo que sucede, sucede por una razón. El fútbol tiene poco de casualidad y mucho de causalidad. No se rige por las matemáticas, pero los milagros tampoco están a la orden del día. Juegas como entrenas, consigues resultados como planificas. El Elche CF 2022/2023 ha entrenado con seis técnicos durante la temporada y ha planificado una plantilla que ha desoído, en su momento, las peticiones del que debía ser responsable de conseguir el objetivo de la permanencia. Descender es la consecuencia de todo.

Entre responsabilidades y culpabilidades, repartidores de carnés de opinión digna e indigna, y escritores de la verdad absoluta; la única realidad que prevalece por encima de toda cuestión es que el Elche CF se va a Segunda División. Hasta ahí, nada que objetar. Es lo lógico y normal en un equipo que, por su historia, debe de estar acostumbrado a cohabitar entre el primer y el segundo peldaño del fútbol español. Otra cosa es que lo haga con el rabo entre las piernas y con una losa de decepción que se deberá reciclar de cara al próximo curso para no meter más veneno a la situación.

El problema es la forma en la que se ha hundido en el pozo y la respuesta de un entorno que, incapaz de ponerse de acuerdo, desvía el tiro del momento discutiendo de manera encarnizada y fraticida, en un mundo de las nuevas tecnologías; como si de la barra del bar se tratara, en torno al buen o mal hacer de un propietario al que le importa tanto el runrún de su pueblo que en plena debacle deportiva, antes durante y después; se atrinchera en su oficina bonaerense, mate en mano, mientras toma la última decisión con la que manchar la temporada del Centenario.

Hace meses que la temporada dejó de importar y lo que importa es planificar la próxima. El descenso es la punta de un iceberg llamado Elche CF. La Ley de Murphy de un año deportivo de perros. El síndrome del colista. La guerra eterna del fútbol en donde creerte lo que no eres pasa factura. Mientras quede en el marco de una temporada en donde la ilusión ha sido inversamente proporcional al resultado, y la realidad ha superado la ficción, no habrá problemas. Pero si el Elche CF es incapaz de aprender de sus errores y vuelve a tropezar con la misma piedra, la vida puede ser muy complicada en el segundo peldaño del fútbol nacional. Una nueva desventura dentro de la aventura.

La llegada, y continuidad, de Beccacece es una moneda al aire en la que, por el momento, está saliendo cruz. Que el escenario dibujado hasta ahora cambie dependerá de todo lo que se almacena bajo esa punta de iceberg, que no podrá esconder eternamente todo lo que se ha acumulado. Los datos no son buenos. Decir lo contrario es hacerse trampas jugando al solitario. Pensar que con el cambio de temporada todo pueda dar un giro de ciento ochenta grados es una posibilidad que no se puede descartar pero, ante la forma de trabajar de Bragarnik, se debe de tener planificado, con todos los contingentes posibles que permitan atenuar las deficiencias que surjan por el camino, un próximo curso que puede ser una trampa.

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