Iván Sánchez señala el camino

Quinta victoria de la temporada para el Elche, que le da además un balón de oxígeno en la pelea por la permanencia. El equipo franjiverde venció por la mínima al Nástic de Tarragona, colista, gracias a una nueva genialidad de Iván Sánchez en un partido condicionado por la expulsión del visitante Fali a la media hora de juego. La segunda parte fue completamente del Elche que encontró premio gracias a un golazo del extremo.

Pacheta hizo una pequeña revolución en el once. Al menos si la comparamos con el que cerró el 2018. Edgar Badía, titular a la primera. Al igual que Dani Calvo, que refuerza su posición en el centro de la defensa junto a Verdú tras la lesión de Neyder. Nacho Gil, por su parte, ha necesitado dos partidos para ser también de la partida. La otra novedad estuvo en la punta de ataque. Sory por Benja mientras que Nino no entró en la convocatoria. Pacheta apostó por múscula en la medular, con Manu Sánchez y Xavi Torres, para dar más libertad a los extremos y a Javi Flores.

Una ensalada que no obtuvo sus frutos en la primera mitad. El Elche juega a ráfagas y si a eso se suma la falta de puntería, resulta difícil sacar los partidos adelante. En los primeros quince minutos tuve tres buenas llegadas para adelantarse en el marcador. Bernabé desvió un disparo envenenado de Iván Sánchez, que volvió a ser el más destacado de los suyos. El cabezazo de Nacho Gil se marchó lamiendo el palo y Sory Kaba no acertó a rematar en condiciones un balón suelto en el área pequeña. El guineano sigue negado de cara a puerta. Ha mejorado su actitud respecto a los últimos encuentro, pero lejos está aquel delantero que sorprendió en el primer tercio de campeonato.

El Elche fue de más a menos. Lo sorprendente es que perdió el control cuando, a los veintenueve minutos, se puso en superioridad numérica merced a la extraña expulsión de Fali. El jugador del Nástic, al parecer, dijo algo al colegiado tras una falta lateral y vio la roja directa. Su entrenador, Enrique Martín, lo confirmó en rueda de prensa. Pero esta circunstancia no mejoró el balance de los franjiverdes en ataque. Todo lo contrario. El equipo se diluyó e incluso pasó apuros en defensa.

Badía se estrena a lo grande

Y es que tan preocupante como la falta de fluidez es la debilidad atrás. En Tenerife el equipo ya dejó muestras de flaqueza defensiva y ante el Nástic se volvieron a ver. Con poquito los tarraconenses se plantaron con peligro en varias ocasiones sobre la meta de Badía. El portero, que dejó en el banco a Francis, sacó una mano prodigiosa en el mano a mano ante Luis Suárez. Cinco minutos después de la expulsión, Manu Barreiro remató al palo izquierdo del meta local y en varias acciones los jugadores visitantes remataron dentro del área con excesiva facilidad.

Pacheta no lo veía claro e hizo dos cambios en el descanso. Entraron Josan y Benja por Xavi Torres y Nacho Gil. Cambio de sistema, pasando a un claro 4-4-2, para tratar de tener más presencia arriba y aprovechar la superioridad numérica. El Elche mejoró notablemente, pero la primera oportunidad de la reanudación fue para el Nástic. Badía voló para evitar el tanto de Abraham en un lanzamiento de falta. Inmejorable carta de presentación del nuevo meta franjiverde. Dos paradas providenciales, seguridad áerea, rapidez en las salidas y control con los pies para dejar su portería a cero.

A partir de ahí el partido fue un monólogo franjiverde. Josan presentó su mejor versión -y oposicionó de paso para la próxima titularidad- y de sus botas nació el principal peligro. La agilidad del crevillentino la completó la calidad de Iván Sánchez. El Elche encerró al rival en su área y en uno de los numerosos balones que llegaron a la portería tarraconense, Sánchez recibió y abrió el marcador con un golazo marca de la casa. Muy parecido al que anotó esta temporada en Córdoba. De nuevo, el 11' vuelve a ser clave en este curso.

Un tanto que aliviaba y restaba de presión al conjunto de Pacheta. La tranquilidad pudo ser mayor, pero Sory Kaba, solo ante el portero, mandó el balón al palo. Esta vz sí, hizo todo bien el guineano salvo la puntería. Los franjiverdes continuaron con su asedio, aunque volvió a mostrar carencias en la faceta goleadora. Benja, en su línea. Trabajo, entrega y actitudad. Pero de nuevo alejado del gol. Con el paso de los minutos la intensidad de sus ataques se fue diluyendo. La renta era oro y quizá no había que correr riesgos innecesarios. Al Nástic, por su parte, le costaba un mundo llegar con peligro a la portería ilicitana. Vivía de los balones largos y alguna falta lateral que solventó sin problemas la defensa local.

Solo lo ajustado en el marcador puso emoción al final del partido. El Elche tuvo llegadas y juego para sentenciar antes frente a un rival muy condicionado por la expulsión. Los catalanes hicieron el último esfuerzo en el tramo final, sin premio para ellos. Tres puntos clave por la permanencia y una reacción, la de Pacheta en el descanso, que fortalece la idea del entrenador burgalés.