El precio de la racanería

El cementerio está lleno de valientes, pero los cobardes mueren muchas veces antes de morir. Sebastián Beccacece no ha sabido encontrar en Pamplona el término medio para manejar los tiempos de un partido que sus futbolistas han ganado al descanso, pero el entrenador argentino ha perdido con el silbido final del árbitro. Los jugadores marcan la diferencia sobre el terreno de juego, pero los entrenadores tienen que enviar mensajes desde el banquillo.

El técnico rosarino ha vendido la piel del oso antes de cazarlo. Demasiados movimientos defensivos para intentar cerrar un partido, con demasiado tiempo por delante como para poder hacerlo. El equipo ilicitano ha echado, como se dice habitualmente, el culo atrás y el castigo ante la racanería y el conservadurismo en el fútbol ha tenido hoy un nombre, Abde. Podría haber sido cualquiera, a tenor del guión que se ha escrito, pero más cruel es que haya sido un 'ilicitano' el que haya recordado que al fútbol se gana atacando más que defendiendo.

Sebastián Beccacece ha seguido hoy los pasos de entrenadores como Francisco y Machín durante esta temporada, o Escribá la pasada. Un camino que los tres recorrieron, de diferentes maneras, rumbo a la destitución. Ya no sólo por resultados, que en el caso del argentino es lo de menos porque acaba de llegar, pero sí de sensaciones. Almeriense, soriano y valenciano condenaron su futuro en el banquillo franjiverde por no coincidir con lo que Bragarnik pretendía.

El fútbol siempre te puede enseñar una lección más. Beccacece ha aprendido hoy una importante. No por más defender tienes más opciones de ganar un partido. Machín lo sufrió en San Sebastián y se le cortó el cuello. El rosarino podrá sacar todas las conclusiones positivas que quiera, pero la imagen de equipo hundido no engaña. El Elche CF ha tenido hoy en el Elche CF su peor enemigo. Beccacece se ha hecho trampas jugando al solitario y con reglas así sólo se puede acabar perdiendo contra uno mismo.