De Fran a Francisco

Más vale tarde que nunca. Una semana ha tenido que pasar para que el Elche CF haya encontrado sustituto para el destituido Fran Escribá. Siete días en el mundo del fútbol son un mundo, más aún cuando un equipo se juega puntos de permanencia en cada partido que disputa. Los franjiverde no son una excepción y la sensación de que no se llega a Pamplona en las mejores condiciones no tiene justificación en aquello de que las cosas de palacio van despacio o el ritmo lo paga el que marca, que para eso el club es suyo. 

El Elche CF ha vivido una de esas semanas más propias de otros tiempos en donde las cosas se hacían tan mal que el tiempo te acababa por castigar con un descenso administrativo a Segunda División. Bragarnik ha jugado a ser Sepulcre con una gestión que ha dejado de nuevo lagunas y dudas en torno a su capacidad y a su fama de hombre de fútbol. Todo lo que sucede, sucede por una razón y, aunque en ocasiones se escapa de lo propio para recalar en lo ajeno, no es normal haber tenido que forzar un desenlace como este para no tener huérfano el banquillo. 

Lo que esa vida y el fútbol. Machín y Francisco, Francisco y Machín. Del sí pero no al del no pero sí. De llegar a un acuerdo, y pedir tiempo y no fichar; a de no llegar a un acuerdo, por no sentirse valorado y especular con opciones, y fichar. Fútbol. Tan imprevisible como ilógico en ocasiones. Sin olvidar entre medias el show que se ha marcado Bragarnik con el deseado Almirón. Sólo el tiempo habría dicho si el argentino era una opción real por la situación de su título de entrenador no homologado pero la propuesta ha sido, por muy real o irreal, una gota más al despropósito de la semana vivida. 

Ha sido la semana del ‘¡Qué torneo Josico!’. ¿Quién no lo ha dicho durante estos días? Tranquilos no es información, ni tan siquiera opinión. Es un intento de definir y ponerme al nivel del esperpento y bochorno en el que se ha convertido la deficiente gestión de Christian Bragarnik al frente del Elche CF, y creo que me quedo corto. El argentino ha tenido que morir en un entrenador que le dijo no por no sentirse “valorado” y al que el propietario no dejó precisamente bien en su mensaje a la Prensa tachándole de “especular con opciones”, llámese Granada CF. Entre eso y el “no me enamora el estilo” de Machín la búsqueda de entrenador ha sido un caos. 

¿Qué habría hecho Bragarnik ante toda esta situación si en lugar de haber sido él, el jefe, el que hubiera trazado una línea tan irregular y llena de dudas; el trabajo lo hubiera realizado un empleado? Como es el dueño no pasa nada porque el Elche CF es suyo. Mentira, si que pasa. Pasa que el Elche CF es suyo pero nos representa a todos y somos todos los que quedamos en ridículo con el escudo por delante. No hay que olvidar que se ha tenido a un entrenador dirigiendo, mano derecha del deseado Almirón, que hoy tendrá que sentarse en el banquillo como utillero, delegado o componente del cuerpo médico porque como entrenador no puede. Todo tras destituir a Escribá con nocturnidad y alevosía alegando a los tiempos para tener el relevo de manera instantánea. 

Y a todo esto, esta noche hay partido. Que no se olvide, que es de lo que realmente come el equipo. Va a ser el primero de la era Francisco pero sin Francisco. El primer paso para pasar página, de Fran (Escribá) a Francisco (Rodríguez). Una nueva etapa con distinto entrenador pero mismos jugadores. Ellos son los verdaderos protagonistas de esta película. Los artistas y los que mueven los hilos. Los que no se pueden escapar a la responsabilidad de lo que suceda en ella campo sea quién sea el entrenador que dirija. Ha llegado su momento y eso lo sabía Fran tanto como lo sabe Francisco. Si el jugador quiere, el entrenador puede. Es ley de fútbol. Ojala se quiera y se pueda.