De Cenicienta a príncipe azul

Cenicienta se ha saltado el toque de queda y baila con sus dos zapatos, Blancanieves lleva toda la tarde cocinando para cenar una exquisita tarta de manzana y la Bella Durmiente hace noches que no duerme. Las tres princesas animadas disfrutan viendo al Elche CF, ese que estaba condenado a ser uno de uno de los tres descendidos por imperativo social. El equipo franjiverde no quiere ser el último de la fila y, de momento, ya ha cogido carrerilla para que lo que va por delante no se pierda por el camino.

La ignorancia y la soberbia han ido de la mano a la hora de prejuzgar a un Elche CF del que todos los que le han señalado como la Cenicienta, Blancanieves o Bella Durmiente de Primera y División, seguro que si se les pedía el nombre de tres futbolistas franjiverde debían echar mano de la wikipedia para no quedarse sin palabras en la boca. Ha habido tanto iluminado que se ha quedado a oscuras, y que ahora tiene que tragarse sus efluvios de pitoniso, como esfuerzo de un equipo por tapar bocas.

La victoria ante Valencia CF corrobora una mejoría que en Vitoria empezó a asomar por la puerta y ante el conjunto ché ha pasado el umbral. Habrá muchos, los más escocidos, que hablarán de casualidad; pero también habrá quienes no duden en aferrarse a la causalidad del trabajo bien hecho. El fútbol no regala nada y menos a un equipo que se está todavía construyendo a golpe de cincel de Jorge Almirón. Sin prisa, pero sin pausa. Consciente de que el equipo no es el que gustaría pero mientras gane las penas con pan son menos penas.

El entrenador argentino está demostrando que lo mejor para resolver las dudas es el tiempo. De inexperto y cuestionado para dirigir en Europa a hombre de los banquillos de moda con un Elche CF que se adapta a las circunstancias. Y lo mejor de todo, con la sensación de que se puede dar mucho más. El sudamericano no va a dejar que los deseos del entorno trastoquen sus planes. Él es el primero que quiere el 4-3-3 pero ahora, el mejor sistema es la practicidad y la inteligencia. Ganar hace todo bueno y el equipo vence y convence.

Los jugadores del Elche CF son pura resiliencia. Han asimilado como esponjas el fútbol de élite. La base de Segunda es el éxito de Primera y, aunque sea injusto ensalzar a unos y no a otros, hay casos que no se pueden pasar por alto. Fidel y Josan son el mejor ejemplo. De intermitentes y ofensivas apariciones a sobresalientes y esforzadas actuaciones. Su adaptación individual a la categoría es el mejor ejemplo colectivo de que este Elche CF ha dejado de lado el papel de Cenicienta, Blancanieves o Bella Durmiente para convertirse en príncipes azules, o en este caso franjiverde.