Con la miel en los labios

El Elche cortó de raíz con buen juego y un importante punto su racha de cuatro derrotas consecutivas. Los franjiverdes plantaron cara a un rival de la entidad del Sevilla, pusieron el fútbol, el oponente las oportunidades; y vio como Carriço contrarrestaba el gol de Cristian Herrera en el tramo final.

El conjunto ilicitano quiso llevar la iniciativa del juego desde el pitido inicial. Para ello Escribá dio entrada a Javi Márquez en detrimento de Carlos Sánchez, que empezó el partido desde el banquillo. Rubén Pérez le acompañó en la medular. Un movimiento que le dio otro aire al equipo franjiverde, que llegó con más efectivos al área rival. El Sevilla, por su parte, se presentó en el Martínez Valero como una escuadra con mucho oficio y que buscaba la movilidad de Reyes y Bacca arriba para sorprender.

Los sevillistas tuvieron dos claras oportunidades para adelantarse en el marcador. Bacca aprovechó un error defensivo para marcharse de Toño, pero lanzó en posición escorada al lateral de la red y en la siguiente acción el lanzamiento cruzado de Reyes se marchó lamiendo el palo izquierdo de Toño. Ahí se quedó el poco fútbol que ofreció el conjunto de Emery en la primera mitad.

El conjunto de Escribá mostró una cara bien diferente a la del último mes. Fue un equipo que mordía en la presión y que cuando llegaba al área visitante daba cierta sensación de peligro. Aarón protagonizó sus mejores 45 minutos con la elástica franjiverde. Peleó, robó balones y desbordó por la banda. De sus botas salió un buen centro a Coro que el catalán remató por encima del larguero. El futbolista ilicitano le ganó la partida en el extremo izquierdo a Fidel, que se quedó en el banco contra todo pronóstico.

El Elche llega mejor al descanso

El Martínez Valero también estuvo más animado que de costumbre. A medida que veía como el equipo era superior al Sevilla, la afición se metió más en el partido. Pidió penalti por una posible mano de Fazio. No era falta, pero al menos trataba de incomodar al rival y presionar al árbitro. Un colegiado, Álvarez Izquierdo, que tuvo una mediocre actuación al perdonar varias amarillas a los visitantes.

La primera mitad acabó en suelo sevillista. Aunque con poco peligro, el Elche arrinconó a su rival en su campo. Dispuso de tres saques de esquina y varias llegadas en las que falló el último pase. No se acaban de entender Coro y Boakye. El ghanés cumplió en su papel de fijar a la defensa visitante y apoyar a la línea de mediapuntas. 

Fallo clamoroso de Bacca

El guión no cambió tras la reanudación. El Elche quiso el balón mientras que el Sevilla buscaba una contra o una jugada aislada. Y sin ser superior, el Sevilla dispuso de las oportunidades más claras del partido. Bacca tuvo una inmejorable para marcar, pero remató fuera cuando estaba completamente solo delante de Toño.
El balón le llegó tras un rechace. Respondió el Elche con una falta lateral que Iborra despejó cuando Boakye se apresuraba a rematar. Antes de todo, Javi Márquez mando el primer aviso de la segunda mitad con un potente disparo que se marchó lamiendo el palo izquierdo de Beto.

Otra imprecisión defensiva de los franjiverdes se lo dejó en bandeja a Bacca para marcar, pero el colombiano no tuvo su día. Con Toño vendido, Pelegrín sacó en dos ocasiones el disparo del delantero rojiblanco. Mala salida del portero local, que sí que estuvo atento en un ajustado disparo de Gameiro que desvió a córner. 

A partir del ecuador de segunda parte las tornas cambiaron. El Sevilla dio un paso hacia adelante y se hizo con el control del juego. Y quedó en evidencia que los rojiblancos tienen más mordiente arriba que los franjiverdes. Afortunadamente los visitantes no aprovecharon sus llegadas.

Cristian Herrera marca y Carriço responde

El 'punch' del Sevilla duró quince minutos y el Elche se creció. Escribá dio entrada a Fidel y Cristian Herrera para darle frescura al equipo en ataque. Y el canario lo volvió a hacer. Saltó al césped en el minuto 77 y cuando llevaba 6 sobre el campo abrió las aguas del gol. Buen centro de Fidel, que lo intentó por todos los medios hasta que le salió, y el canario remató de forma perfecta a la red. El gol llegó cuando el Elche jugaba con dos delanteros en el césped, y Coro de enganche, algo poco habitual en los planteamientos de Escribá.

El Martínez Valero se vino arriba. Entró Rivera, ovacionado, para darle más consistencia a la medular. Pero cinco minutos después del 1-0, llegó el empate. Carriço aprovechó un error de marcaje de la defensa ilicitana y batió a Toño con un cabezazo. Remató solo en un posible fuera de juego. Ya no hubo tiempo para más.

El empate rompe una racha de cuatro derrotas consecutivas del Elche. Aunque el punto deja un sabor agridulce tras el tanto de Herrera, es merecido. El equipo franjiverde ofreció una notable mejoría respecto a los últimos partidos, plantó cara a un rival que aspira a jugar en Europa y afronta la segunda vuelta 2 puntos por encima del descenso.