Uche deja helado el Martínez Valero

La Primera División no perdona. Y más si tienes enfrente a un equipo del nivel del Villarreal. El Elche no mereció ganar ante el conjunto amarillo, que fue superior y creo más peligro, pero quizá el empate no era un resultado injusto cuando Uche silenció el Martínez Valero en el minuto 90 y mandó los tres puntos hacia Villarreal.

Los visitantes ganaron la batalla del centro del campo y tuvieron más control del balón, sobretodo en la primera mitad. Bruno, Trigueros y Cani desmontaron la fortaleza que planteó Escribá en la medular con Carlos Sánchez y Rubén Pérez. El andaluz se vio superado mientras que el mediocentro colombiano estuvo condicionado por la cartulina amarilla que vio en el ecuador de la primera mitad. A la roca le pesó mucho esa cartulina. Se le vio flojo e impreciso en muchas acciones y solo en el tramo final apretó los dientes.

Pese al dominio amarillo, la primera oportunidad fue para el Elche. Manu del Moral se topó con el larguero tras un buen centro desde la banda. Escribá sorprendió manteniendo en el once a Aarón, que fue un quiero y no puedo, y dando entrada al delantero andaluz, ya que el que se quedó fuera fue Coro. El equipo llegó con muy pocos efectivos al área visitante. Carles Gil trataba, otra vez, de mover al equipo. El joven mediapunta sigue dando pasos para convertirse en uno de los cracks de esta Liga en años futuros. Buen partido de Carles. Pero la movilidad que aportaba el 15' era insuficiente y el equipo vivió únicamente en la primera mitad de la velocidad de Fidel y varios balones largos a la otra banda.

El Villarreal fue un peligro constante sobre la portería de Manu Herrera. Giovanni, en plan estelar, dirigía el ataque de su equipo. El delantero mexicano volvió loca a la defensa franjiverde. En el extremo, Hernán Pérez chantajeaba una y otra vez a Cisma, al que le costó adaptarse al partido. Pero las diabluras de los jugadores visitantes no tuvieron consecuencia antes del descanso. Ni siquiera con la ayuda del línier, que se alió con los amarillos.

Parecía que la lesión de Giovanni en el primer minuto de la reanudación sería un respiro para el Elche. Para nada. En su lugar entró Pereira, que se alió muy bien con Uche y el resto de jugones. 

El Elche tuvo tres fases en la segunda mitad. Empezó bien en el primer tramo y se acercó a la portería defendida por Asenjo, aunque sin peligro. Córners mal lanzados, varias internadas de Fidel y la magia de Carles Gil, las armas ofensivas de los franjiverdes. Pero a partir del minuto diez el equipo desapareció. El cansancio hizo mella y el Elche perdió el centro del campo. Se notó que Carlos Sánchez tenía miedo a ver la segunda amonestación. Además, el ataque se fue diluyendo. Escribá dio entrada a Coro para dar dinamismo y chispa a la delantera por un intermitente Aarón.

El Villarreal tuvo sus mejores minutos y rondó el gol en contadas ocasiones. Manu Herrera evitó el gol en dos acciones magnífica mientras que la defensa lo pasaba realmente mal para sacar el balón. El gol amarillo no llegó y el Elche se creció en los últimos minutos. Botía tuvo en sus botas el gol de la victoria, pero se pasó de potencia. Respondió el Villarreal con un lanzamiento de falta que despejó Herrera.

Tras el vendaval de los amarillos, que se saldó sin consecuencias, debería haber llegado la calma. Pero el Elche quería los tres puntos y se lanzó en busca del tanto de la victoria. El fútbol se la jugó. En una contra, Hernán Pérez se marchó de Damián por la banda y Uche, tras un rechace, anotó en el segundo palo el gol del triunfo para los visitantes. Fallo defensivo en el minuto 90 que condenó al Elche. No hubo tiempo para más.

Amarga derrota, no solo por el resultado, sino por como se produjo. En uno de los últimos suspiros y con el empate en el bolsillo. El partido duele, pero es uno más de las 38 jornadas de Liga. Pese a perder, el equipo se queda con 4 puntos de ventaja respecto al descenso. Ahora, a pensar en el Getafe.