Elche corazón de León

Sin un estilo definido ni un fútbol apasionante, pero con los detalles y la voluntad de su lado; el Elche sigue creciendo. Ante la Ponferradina el partido se puso cuesta arriba tras una mala primera parte y la expulsión de Pelayo en el primer minuto de la segunda. El equipo de Baraja sacó entonces su versión más guerrera y voluntariosa para llevarse, con la gracia que tiene Sergio León, una victoria de oro que le sitúa con 34 puntos, los mismo que el sexto clasificado. Siete jornadas consecutivas sin perder, cuatro victorias, tres empates y en puntos de zona de play-off de ascenso.

El Elche fue mejor con diez que con once. Y es que estuvo sin patrón durante los primeros 45 minutos. El equipo de Baraja presentó un fútbol muy plano que apenas inquietaba a un rival que llegaba a la cita en una pésima dinámica. La medular franjiverde no funcionaba. Mandi, impreciso, y Pelayo, precipitado; eran incapaces de proveer de balones a una línea de ataque desaparecida. La sala de máquinas ilicitana se mostraba perdida, ahogada y el equipo no tenía conexión entre líneas. Los 'jugones' de arriba aparecían con cuentagotas. Una imagen muy diferente a la que estaba ofreciendo en las últimas semanas. Cuestión aparte es el tema de Mandi. Baraja le ha mostado su absoluta confianza, pero el mediocentro está pidiendo a gritos una semana en el banquillo.

El Elche bebió de varios centros de Álex Martínez que no encontraron rematador por poco. Una única oportunidad antes del descanso. Santamaría sacó una mano prodigiosa para evitar el gol de Sergio León, que se encerró demasiado cuando encaraba al portero visitante tras un robo de balón de Espinosa.

Previamente pudo marcar la Ponferradina. Camille no eligió bien ante la salida de Javi Jiménez y entre rebotes, Armando y Lolo no subió el tanto de los bercianos al marcador. Lo cierto es que, a los puntos, el conjunto de Ponferrada fue superior en la primera mitad. Con muy poco los visitantes bloquearon el juego franjiverde y llegaron con cierto peligro sobre la meta ilicitana.

La reanudación empezó muy mal para el Elche. En la primera acción, Pelayo vio la segunda cartulina amarilla por agarrar a un contrario sin balón y dejó a su equipo con diez hombres cuando quedaba toda la segunda mitad por delante. De nuevo el asturiano peca de precipitación. No acaba de responder a la confianza que le está dando Baraja. El desastre podría haber sido mayor si el lanzamiento de falta, que se estrelló en el palo, hubiera tomado otra trayectoria. Baraja movió ficha rápido. Dio entrada a Ilie para reajustar el centro del campo y sacó a Espinosa. Un cambio muy criticado por la afición, que brindó una pitada a la decisión del técnico.

El preparador vallisoletano lo tenía claro. Dos líneas de cuatro bien plantadas y Sergio León, una isla arriba. Pese a la inferioridad el Elche se acercó al área rival. Cosas de este equipo, creo más peligro con un hombre menos que con once. Cuestión de voluntad, quizá. Álex Moreno disparó fuera tras una acción individual y Mandi obligó a Santamaría a hacer una buena parada para evitar el gol local. La calidad de Álex Moreno, un halo de luz en el previsible juego de los franjiverdes.

Entrada de Cristaldo y gol de Sergio León

Mandi, fundido, dejó hueco a Franco Cristaldo, que debutó en competición oficial con la elástica franjiverde. El argentino entró para darle consistencia a la medular y cumplió con su función. Buena imagen del joven de Boca en su estreno en el Martínez Valero.

La clave del triunfo fue que el Elche supo llevar el partido a su terreno en una situación de inferioridad ante una Ponferradina que no pudo meterle mano a un rival con un hombre menos. Fue creciendo pese a jugar con diez y sacó oro de una jugada aislada por banda izquierda. Sergio León, el más listo de la clase, aprovechó un error de Santamaría tras un centro medido de Álex Martínez para poner el 1-0 en el marcador a los ochenta minutos de encuentro y desatar la euforia en el Martínez Valero. No podía ser otro. De nuevo, el 9' franjiverde rescata a su equipo y ya suma trece goles en lo que va de Liga.

Los franjiverdes defendieron con uñas y dientes su renta ante un rival que apenas creó peligro sobre la meta Javi Jiménez y se llevaron una trabajada y, si obviamos la primera mitad, merecida victoria. Muy seria la defensa ilicitana durante todo el partido. Ahí está la clave. El equipo crece desde abajo y ya está en posiciones de promoción de ascenso. Y encima, con la fortuna de su lado.