KPMG y Baker & McKenzie tramitan la venta del Elche

El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) trabaja sin dar puntada sin hilo. El ente autonómico quiere tener todos los cabos atados en la venta del paquete accionarial que controla en el Elche CF del 54’7% y se ha puesto en manos de dos de las asesoras legales más importantes a nivel mundial, KPMG Abogados y Baker & McKenzie según ha contado COPE Elche (100.8 FM). La decisión viene avalada por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) que ha recomendado al IVF, en las reuniones mantenidas, depositar la confianza en las dos multinacionales para encontrar inversores que pudieran estar interesados en la adquisición del crédito y por lo tanto de la entidad franjiverde.     El IVF considera que si alguien puede colocar de forma seria al Elche CF en el mercado son estas firmas.

La patronal de clubes no ha dudado un solo instante en tender la mano al gobierno de la Generalitat ofreciéndose para encontrar un inversor que pueda ser la solución al problema franjiverde. La LFP, en conversaciones con el ente autonómico, confesó que el descenso franjiverde se trataba de un hecho lamentable producido por la incompetencia del ex presidente, José Sepulcre, y que no se entendió que posteriormente no se hiciera una llamada de auxilio como si procedió el Getafe CF.

El IVF quiere asegurarse un precio mínimo en la venta del Elche CF que se realizará mediante subasta pública. El ente autonómico no quiere que sea un fiasco e incluso no descarta la posibilidad de que las acciones cayeran en manos de un grupo inversor con capital ilicitano siempre y cuando se ajustasen a las exigencias económicas fijadas desde Valencia, aunque se tiene claro que deberá haber igualdad de condiciones en la compra para que desde Bruselas no se considere que existe un derecho preferencial y por tanto una competencia desleal en la adquisición de los títulos. El objetivo del IVF es demostrar a la Unión Europea que la venta está en marcha para que la sentencia se retrase y, si la hubiera antes de mediados de enero, se pudiera disponer de tiempo para recurrir y negociar.

El formato de venta, sin ser definitivo, apuntaría a una operación aplazada bajo un acuerdo de devolución económico condicionado a la evolución deportiva del Club y su categoría. Se trazarían líneas y pautas de actuación en las que la idea estaría en poder hacer frente a 1.500.000 euros en Segunda y 4.000.000 euros en Primera, siempre como opción sin concretar a vuelapluma. El mínimo de salida estaría marcado por una cantidad que pudiera demostrar que el comprador es serio hablándose de 3.000.000 euros. En caso de que el comprador no atendiera a las condiciones fijadas, el IVF no descarta plasmar por escrito en el acuerdo que las acciones volvieran a su poder y el proceso volviera a empezar con otros compradores.