El Elche se borra en Palamós

Los cimientos que ha ido construyendo el Elche durante el inicio de curso se vinieron abajo de golpe y porrazo en Palamós. Más allá del resultado (evidentemente un 4-1 ante el Llagostera duele mucho; pocos lo pronosticaban antes del duelo) lo importante ahora para la plantilla de Baraja es levantarse y recuperar esos cimientos que le llevaron a las posiciones de ascenso directo con buen juego y mejores sensaciones.

Pero para mirar el futuro hay que corregir primero los errores cometidos tanto en el reciente encuentro ante el Oviedo como en la cita de este domingo en Cataluña. Y es que el Elche estuvo horrible en todos los sentidos. Sin intensidad, ni ideas ni fútbol poca renta puedes sacarle a un partido; aunque enfrente esté un rival en zona de descenso y un mal inicio de campeonato. En la Segunda División, sin trabajo y sacrificio, estás perdido. Eso le pasó al equipo franjiverde en Palamós. Cuando se dio cuenta que estaba jugando un partido, ya iba con 2-0 en contra en el electrónico. Partido para olvidar.

A los 18 minutos de juego y tras haber dado otros avisos que no se materializaron en gol, la Llagostera dominaba el marcador con dos tantos de ventaja. Surrealista. Ni el más pesimista auguraba tal inicio de partido. Y lo peor es que esta dinámica se mantuvo durante prácticamente todo el encuentro salvo alguna fase aislada. Juanto e Imaz aprovecharon la caraja general de los franjiverdes para encarrilar la victoria. El centro del campo y la defensa ilicitana hacían aguas por todos los lados. Se notó en exceso la ausencia de Lolo, que fue cubierta por Ilie con suspenso.

Cuando el Elche abrió los ojos se vio con un mracador claramente en contra, un terreno de juego que no estaba en las mejores condiciones y un rival que mordía en cada balón. Se desperezaron los franjiverdes, pero sin apenas crear peligro sobre la portería de Moragón, un espectador más en la primera mitad. Siempre estuvo más cerca el tercero de los locales que el primero de los ilicitanos.

Mismo guión tras el descanso

El arranque de la segunda mitad no varió la tónica. La charla de Rubén Baraja en el vestuario no surgió efecto y fue la Llagostera quien empezó mejor la renaudación. El técnico tampoco estuvo fino. La entrada de Liberto por Álex Moreno era un cambio de cromos, pero el sistema seguía siendo el mismo. El Elche necesitaba un giro más radical en su fútbol si quería darle la vuelta a la situación y éste no llegó. La calidad de Espinosa permitía a los franjiverdes dar señales de vida en ataque, pero no era el día. El guión pudo cambiar si un defensor local no hubiera desviado bajo palos el lanzamiento de Nono. No era el día, tampoco en la faceta goleadora. Desaparecidos Sergio León, Héctor Hernández y Álex Moreno.

Tras la mejor acción de peligro de los franjiverdes, llegó el tercer tanto local en un nuevo despiste de la zaga ilicitana. Giva dejó el choque vistó para sentencia tras rematar a la red un buen centro de Juanto. El tanto de Nikos Vergos, que se estrenaba como goleador con la elástica franjiverde, dio una cierta emoción al encuentro. Incluso el Elche llegó a soñar con la machada aupado por el nivel de Espinosa. Fue un espejismo y ocho minutos después Benja aniquilaba al Elche con el 4-1 definitivo.

Tarde para olvidar del conjunto ilicitano en Palamós. Tanto el resultado como las sensaciones son pésimas. Ahora la plantilla debe hacer autocrítica, borrón y cuenta nueva de cara a continuar el largo camino que es la Segunda División. Caer está permitido, levantarse es una obligación.