Portería caliente

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Portería caliente

El arco franjiverde siempre ha sido motivo de debate en la última década. Sólo el argentino, Willy Caballero, dio estabilidad y continuidad en el tiempo a la figura del guardameta en los últimos diez años en el estadio Martínez Valero

Jerónimo Tormo,

Ser portero en el Elche CF, o en cualquier club, no es un trabajo cómodo, pero en el Martínez Valero quizás más. Sobre todo por la inestabilidad que ha vivido la portería en la última década salvo casos puntuales. Desde la temporada del ascenso, con la titularidad indiscutible de Manu Herrera, y la presencia de Willy Caballero de 2006 a 2010, el Elche CF no ha tenido un portero fijo y siempre ha existido el debate en la portería. El curso pasado, Tyton le ganó la partida a Manu Herrera mientras que el anterior fue el madrileño el que se la acabó ganando a Toño. Juan Carlos fue indiscutible en la 2011/2012 con la competencia de Leandro, mientras que en el extremo de la década, en 2005/2006, Unanua y Aragoneses se repartieron la titularidad.

Tyton comenzó dubitativo, sin hacerse al equipo y con la falta de adaptación normal para un portero que venía de Holanda e inactivo. Escribá decidió relegar al polaco para devolver la titularidad a Manu Herrera que el curso pasado se la había ganado ante Toño tras ser Zamora en Segunda división. El paso de los partidos devolvió la condición a Tyton que acabó a un gran nivel siendo clave en la permanencia. Manu Herrera también pasó su calvario. El madrileño cuajó una de las mejores campañas bajo los palos del Martínez Valero siendo el guardameta menos goleado de la Segunda división. Aún así, tuvo que pelearse su titularidad con el experimentado Toño. Herrera sufrió un lapsus de nueve encuentros en los que perdió la condición a mitad de temporada. El madrileño la acabaría recuperando demostrando su validez. El madrileño no tuvo competencia con Diego Rivas en el curso del ascenso.

Un año antes, Juan Carlos se convirtió en amo y señor de la portería franjiverde disputando 38 de los 42 partidos. Leandro fue su sombra en los entrenamientos, el valenciano pudo jugar la recta final del curso 2011/2012 pero sin objetivos en juego. El balear llegaba al Martínez Valero con la difícil tarea de sustituir a la dupla formada por Willy Caballero y Jaime Jiménez. El argentino fu indiscutible durante cuatro temporadas, en la última, su marcha al Málaga CF permitió reivindicarse al de Valdepeñas que finalmente firmaría por el Real Valladolid. El sudamericano siempre desbancó en su regreso a su oponente, primero Bouchard, segundo Valero y en tercero Jaime. Su cesión en Argentina la pelearon Unanua y Sergio Aragoneses, ambos equilibraron la balanza de partidos debido al cáncer testicular que se le detectó al gallego.

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