Jarro de agua fría para el Elche

El fútbol le dio la espalda este jueves al Elche. Los franjiverdes estuvieron espesos en muchas fases del juego, aunque sí que crearon cierto peligro sobre la meta de Guaita -un larguero incluido-, pero no se merecían la derrota ante un rival que dio por bueno el empate y se encontró con los tres puntos gracias a un cabezazo de Hinestroza en el tramo final del duelo. Un duro palo para la escuadra ilicitana que desaprovechó una buena oportunidad para distanciarse de las posición de descenso.

Escribá  apostó en el once por Cristian Herrera, goleador el pasado lunes en Barcelona, en detrimento de Víctor Rodríguez. El equipo ganó una referencia en ataque, pero perdió la verticalidad necesaria para hacer daño en los últimos metros y abusó en su defecto demasiado del balón áereo. En la medular, Pasalic recuperó la titularidad ante la ausencia por sanción de Mosquera. El centro del campo funcionó, no estuvo ahí el problema; aunque fue diluyéndose a medida que empezaban a flaquear las fuerzas.

El Elche fue en querer y no poder. Aunque bien es cierto que el partido habría caminado por otros derroteros si los franjiverdes hubieran estado más acertados de cara a portería, sobretodo en la primera mitad. Varias intervenciones de Guaita, disparos que se marchaban desviados y un balón que repelió en el larguero fue el bagaje de un buen Elche en la primera mitad. El Getafe, por su parte, buscaba la velocidad de sus hombres de ataque, pero apenas creó peligro sobre la meta de un seguro Tyton.

Tras la reanudación, el equipo ilicitano pisó el freno. A medida que Pasalic perdía fueye, a los franjiverdes les iba costando más acercarse a la portería visitante. Damián Suárez y Garry Rodrigues lo intentaron una y otra vez por la banda derecha, pero sus internadas no encontraban rematador. Un dato positivo del encuentro es la soltura con que se movió el caboverdiano. El equipo necesita su mejor versión para el final de Liga. En la otra banda, Fayçal buscaba sorprender con el juego interior, pero chocaba en enésimas ocasiones con la buena dispocisión defensiva de su rival. No era el día. Tampoco Jonathas anduvo fino. Se peleó con la defensa visitante y trató de buscar la portería siempre que pudo. No tuvo suerte y acabó desquiciado.

El encuentro se equilibró tras el descanso. El Getafe dio un paso al frente y quiso tener el control del juego, pero con un ritmo lengo y previsible frente a un Elche que buscó en los contragolpes y en la rapidez de sus bandas sus opciones para sorprender. Los dos equipos anularon la línea de creación rival y el balón apenas rondó las áreas.

Hinestroza golpea al final

La entrada de Víctor Rodríguez dio otro aire al Elche. El pequeño mediapunta ofrece la calidad y verticalidad que el equipo necesita en los últimos metros. Su ausencia solo se explica por la acumulación de partidos esta semana. Pero la sala de máquinas seguía sin carburar y Guaita por momentos se convirtió en otro espectador más, al igual que Tyton. Aarón, que reapareció tras un mes lesionado, no significó el golpe de efecto que necesitaba la escuadra de Escribá. El ilicitano todavía tiene que recuperar las sensaciones tras su parón. El encuentro apuntaba a un empate sin goles.

Pero el fútbol es así de cruel a veces. En el único remate sobre los tres palos, Hinestroza superaba a Tyton con un bonito cabezazo tras un vuelo que sorprendió a la defensa local y mandó los tres puntos a Madrid. Error en el marcaje, todo sea dicho. Un jarro de agua fría para un Elche que vio frenada sus intenciones de dispararse en la clasificación. Sin tiempo para pensar en la derrota, el conjunto ilicitano tiene el domingo en Córdoba otra cita clave por la permanencia.

Las sensaciones, por momentos, fueron buenas; el resultado horrible. Quedémonos con lo positivo y a pensar en el próximo partido. El colchón de puntos sobre el descenso, tres o cuatro si se confirma la sanción de la FIFA al Almería, permite estos accidentes.