Escribá: "El vaso de mi paciencia está lleno"

Fran Escribá ha llegado a su límite de la comprensión. En una rueda de prensa muy tensa, el técnico franjiverde no se mordió la lengua y acusó al Consejo de Administración de no encarar correctamente una situación que ha llevado al club al borde del caos económico. Debido a las bajas y la mala planificación económica, el preparador solo cuenta con 16 jugadores de la primera plantilla para afrontar el partido ante el Villarreal. Escribá está harto y lo dejó claro ante los medios. "El vaso de mi paciencia está lleno", señaló en la previa del partido del próximo sábado a las 20:00h ante el Villarreal.

El preparador fue más allá y aventuró un futuro negro para el club si la directiva no da un giro en su método de trabajo. "Me gustaría que este club viviera 90 años más, pero no se están haciendo las cosas bien para que sea así", indicó. Reconoció que hablar de la burbuja en la que está el vestuario, supuestamente aislado de lo extradeportivo, no es correcto y admitió que "todo influye". La plantilla suma dos meses sin cobrar las nóminas y no tiene asegurada el cobro de los próximos meses. Destacó que ya no se trata de los problemas entre Consejeros, sino que la cuestión es más grave y mostró su preocupación por el futuro del club. 

Valoró el año 2014 como "extraordinario" en el apartado deportivo y expresó su deseo de volver a lograr la permanencia en la máxima categoría. Para ello, prometió que los jugadores "se van a dejar la vida por el equipo". "Todos, cuerpo técnico y plantilla, podemos hacerlo mejor y lo vamos a intentar. Estamos en el momento de cambiarlo", señaló. Escribá dijo que el Elche, colista a tres puntos de la permanencia, "no está en una situación desepeserada", ya que "con un par de resultados puedes subir cuatro o cinco puestos", aunque admitió que tiene que "empezar a sumar ya".

Aseguró que su equipo tiene "posibilidades de ganar al Villarreal", al que calificó como "un gran equipo". "A un partido tenemos nuestras opciones", señaló. Para este duelo no contará, presumiblemente, con el central chileno Enzo Roco, a quien un problema en su visado le ha impedido entrar en España. Escribá calificó esto como "un gran error".

 Defendió el trabajo de su equipo, al que, dijo, "da gusto verle entrenar, está bien y fuerte para sacar adelante el proyecto y para hacer un buen partido". Agradeció el apoyo de la afición, que "siempre da más de lo que recibe" y dijo estar convencido que "van a apoyar desde el minuto 1 al equipo". Señaló, además, que los jugadores "están a muerte con la afición, con la ciudad y con el club".