Opinión | ELCHE CF
Faltan fichajes o nuevo entrenador (posiblemente las dos)
Bragarnik está obligado a mover ficha si quiere salvar su proyecto en Primera División.
El Elche necesita un revulsivo si quiere salvar la categoría. Catorce jornadas sin ganar y las malas sensaciones confirman una dinámica que lleva la equipo, irremediablemente, a la Segunda División. Solo modificaciones en la plantilla pueden evitar el desastre, ya sea con la llegada de fichajes o con la entrada de un nuevo entrenador, a la vista de la incapacidad de Jorge Almirón para dar un giro a la situación. Posiblemente, la mejor elección sea cumplir con estos dos factores.
El Elche compite, pero no gana. Tiene el balón, pero no crea ocasiones de gol. Defiende correctamente, pero siempre encaja. Almirón pide paciencia, pero ésta tiene un límite. Son catorce jornadas sin ganar y ningún otro entrenador seguiría en el cargo en estas circunstancias. Ha llegado un punto en el que el mensaje del entrenador queda en agua de borrajas. Por muchos balones fuera que eche o excusas que busque, la realidad es bien diferente.
El problema no es solo la dinámica de resultados, la tercera peor en la historia de la entidad franjiverde, sino que, además, queda demostrada la incapacidad de este entrenador de solventar la papeleta. Almirón mantiene su línea de trabajo, no busca alternativas ni cambia de idea de juego pese a que ésta no funciona. Una tozudez que condena al equipo a la zona de descenso.
Evidentemente, el problema no es solo Almirón. La planificación de Bragarnik ha sido mala y una buena parte de los fichajes no han funcionado. Son necesarios refuerzos, pero quedan dos días para el cierre del mercado y solo ha llegado una incorporación. Si no van a llegar más fichajes, Bragarnik no puede mantener ni un minuto más a Almirón. Y si estos llegan (muy tarde, por cierto), la idea de cambiar de entrenador también debe estar presente.