El ascenso del ‘Pacheta’ CF

Opinión | ELCHE CF

'Pachet'a posa en una imagen en el entrenamiento / Sonia Arcos - Elche CF

El ascenso del ‘Pacheta’ CF

Jerónimo Tormo,

José Rojo ‘Pacheta’ asoma entre sus jugadores. Al fondo, en un segundo plano, discreto y sin querer hacer ruido. El burgalés quiere pasar lo desapercibido que puede pasar un entrenador que acaba de hacer historia llevando a su equipo a Segunda División. Lo tiene difícil porque es el centro de todas las miradas que se congregan bajo la ilusión franjiverde. Su humildad puede llegar a convertirse en timidez. No le gusta el traje, es más de chándal. El nudo de la corbata le aprieta y prefiere bajar la cremallera de la sudadera. Ha logrado algo impensable hace cuatro meses.

El Elche CF se ha convertido en el ‘Pacheta’ CF, un grupo diseñado al milímetro a su imagen y semejanza. Dicen que un equipo es el fiel reflejado de su entrenador, este Elche CF es constante. Este Elche CF ha tenido que crecer a marcha forzosa como lo hace un joven de pueblo que se tiene que cruzar toda España para pasar de ganarse la vida como carpintero en Sala de los Infantes a querer ser futbolista en Marbella. No importan los golpes que pueda recibir durante un partido, siempre se levanta y da la cara. Nunca pierde la confianza y, si el juego es caprichoso con el resultado, rompe la baraja, inconformista, para llevar las reglas a su terreno. El tiempo ha ido moldeando a una idea como la vida da forma a la personalidad.

‘Pacheta’ llegó al Martínez Valero sin hacer ruido. Su antecesor en el banquillo dejaba una herencia envenenada que superaba los malos resultados. Un vestuario alborotado y golpeado por la sombra de la duda de la profesionalidad. Un coctel de sensaciones difícil de capear. Valor y al toro. Primer minuto, primera meta, primer logro conseguido; siguiente minuto, segunda meta. Y así una tras otra, paso a paso. Antes de marcar el segundo gol hay que anotar el primero. Un mensaje claro y directo, sin zancadillas y cargado de sentido común.

El Elche CF es de Segunda División. Se lo ha ganado por ha luchado por lo que ha querido. Nunca ha dejado de creer, a las duras y a las maduras, siempre ha tenido cabeza alta y corazón firme. En los momentos difíciles, sentido común y tranquilidad para recoger el fruto del trabajo. Las lágrimas de tristeza de Cádiz han dejado paso a las de felicidad de Villarreal. El Elche CF ha cambiado el mal fario del amarillo por la convicción blanca y verde. Un año de peregrinación que bien vale para purgar penas y volver a empezar de cero, sentir lo que se tiene y no tener que esperar a perderlo para valorarlo. El mensaje de ‘Pacheta’ ha calado. Hay que pelear siempre por lo que se quiere, para nunca bajar los brazos para que, como el Elche CF, se tenga cabeza alta y corazón firme en los objetivos.

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