¿Y el plan B?
Querer y poder, esa es la cuestión. No conozco un solo equipo o deportista que no quiera, otra cosa es que pueda. Sobre todo cuando se apela al “lo hemos intentado”. No intentarlo sería más preocupante incluso que no conseguirlo. El Elche CF quiere pero otra cosa es que pueda. Tiene el balón, se ordena en defensa y genera, aunque sea de aquella manera, en ataque. ¿Qué más se puede pedir? Ganar. El fútbol no son sensaciones, de eso ya tuvimos un máster a cargo de un entrenador que envió al equipo franjiverde a Segunda División B (y eso que no paraba aviones en la banda), el fútbol es ganar y para conseguirlo tienes que tener alternativas en tu juego porque el simple hecho de intentarlo ya debe de estar marcado en tu guión de partido, otra cosa es cómo lo intentas.
La sensación de linealidad que muestra el Elche CF, sin alternativas en el juego o un plan B que pueda cambiar el escenario, ha acabado llevándole a su primera crisis de la temporada. No se trata de no valorar lo que el equipo franjiverde ha hecho, se trata de hacer autocrítica para enmendar errores y seguir mejorando. Los ilicitanos han maquillado sus deficiencias durante un mes a base de empates, algunos más meritorios que otros e incluso otros que saben a victoria en lugar de a derrota, pero la realidad es que punto a punto es muy difícil allanar el camino hacia la permanencia. Las derrotas ante Real Betis y Granada CF, que complementan los cuatro encuentros con tabla en el luminoso, marcan una preocupante tendencia a la baja de un equipo que tiene sus limitaciones pero que no se debe conformar en base a ella.
Si este Elche CF ya tiene de por si poco en ataque, por qué minimizarlo todavía más. Jorge Almirón ha tenido maquillaje de sobra en jornadas anteriores para poder camuflar su falta de reacción en el banquillo. El argentino puede decir que en el Estadio de la Cerámica poco o nada había que tocar para no desajustar el engranaje. El mensaje puede valerle para los tres empates anteriores en donde sufres en inferioridad deportiva ante rivales como RC Celta o Cádiz CF, este último por superioridad numérica, pero no para el duelo ante un Levante UD que tenías a tu merced tras empatarle el partido. Olvidado el partido en Orriols, la derrota ayer ante el Granada CF reabre un debate que nunca se ha cerrado y una sensación de que la unidad B y el plan B no tienen cabida en la pizarra del entrenador argentino, aunque sólo sea por el hecho de cambiar el rumbo del duelo con jugadores de distintas cualidades.
Los últimos diez minutos de partido del Elche CF destilan una sensación de impotencia en donde queda demostrado, tras ochenta a la espalda, que la posesión no es lo importante porque lo que importa es qué haces con el balón cuando tienes esa posesión. La franjiverde fue improductiva y estéril ante la solvencia y experiencia de un rival que vacunó al equipo franjiverde. No es mejor equipo el que sale jugando desde atrás, perdiendo la pelota, o hilvana juego en horizontal sin acercarse a la zona de tres cuartos, por no decir ya el área contraria. El mejor equipo es el que tiene un plan de acción, lo ejecuta y si el inicial ya no vale porque el guión ha cambiado, lo vira ciento ochenta grados adaptándose a las necesidades. Almirón no supo remover el árbol, ni siquiera para tener la excusa del “lo hemos intentado pero no hemos podido”, y eso es más preocupante que perder porque el rival sea mejor que tú.