A fuego lento pero sin quemarse

A fuego lento pero sin quemarse

Jerónimo Tormo,

Primera División ha dado la bienvenida al Elche CF. Una categoría en la que, más que en cualquiera, los errores se pagan muy caros. La derrota franjiverde en el debut resume las carencias de un equipo que está en plena construcción y que va a tener que apretar mucho los dientes para conseguir el objetivo de la permanencia. Nadie dijo que fuera a ser fácil pero mejor este reto que el de tener que pelear por llegar a donde ya has llegado, de la forma que haya sido.

El problema del Elche CF es que el fútbol no espera a nadie y que los puntos que se disputan en la tercera jornada, primera para los ilicitanos, valen exactamente igual que los que se pelean en la última. Todos somos conscientes de los matices que rodean a un equipo que ha pasado en apenas un mes de cotizar a la baja para ser el elegido por el ascenso a plantarse en el Martínez Valero para defender la franja verde en la élite del fútbol español. 

No seré yo quién diga cómo se debe planificar una temporada en Primera División pero no creo que con todos los elementos en contra, lo más adecuado o pertinente sea revolucionar un estilo de juego, con cambio de entrenador mediante al frente, para tener que volver a empezar cuando el camino ya andado era más que satisfactorio. No se trata de 'Pacheta' o Almirón, se trata de aplicar sentido común para que el reloj de arena, cuando corre en contra propia, no límite unas opciones ya de por sí limitadas.

El Elche CF de Fran Escribá tardó en desvirgarse en Primera División siete partidos en su primera temporada (que empezó perdiendo en Vallecas 3-0) y tres en la segunda (aunque no pudo lograr su segundo triunfo hasta siete fechas después). Sin embargo, la perspectiva del tiempo recuerda que hay un mundo entre aquel equipo y este. Ser pacientes va a ser la clave de un curso en el que se debe disfrutar tanto como disputar y en donde las decisiones de despachos van a tener que tomarse con solvencia y objetividad.

Me vale la excusa de estar en crecimiento o cocinándose a fuego lento siempre y cuando el equipo tenga margen de mejora y no acabe quemándose, pero no como slogan que haga que las ramas impiden ver el bosque. Decirlo por decirlo será el mayor error, el creerte tu propia mentira. Subir el listón sólo está en la mano del equipo pero no basta con la teoría cuando la práctica debe ser efectiva. Me quedo con el consuelo y el clavo ardiendo de que este Elche CF se vacía sobre el verde. El esfuerzo es indiscutible e innegable, pero de nada servirá si no se sabe optimizar y maximizar en forma de puntos.
 

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