Un mundo feliz

Elche CF | ANÁLISIS

Un mundo feliz

LaLiga de Javier Tebas ha demostrado que no es infalible, a pesar de las palabras que su presidente ha expresado durante las últimas semanas, calificando la posibilidad de que se produjera un positivo masivo como “imposible”

Jerónimo Tormo,

Ni Javier Tebas es Aldous Huxley ni LaLiga es ‘Un mundo feliz’. Siempre he defendido la teoría de que a grandes males, grandes remedios, pero lo que nunca pensaba que pudiera suceder es que íbamos a pasar al a grandes males, grandes chapuzas. Nadie que entienda qué es el fútbol puede autorizar lo que ayer se produjo. Jugar la última jornada de la temporada, dejando en cuarentena el partido que vertebra playoff de ascenso y descenso, es una locura. Sólo pensarlo, y verlo cumplido, demuestra que todo lo que nos ha vendido Tebas durante los últimos meses sobre la igualdad de la competición era una mentira que sólo tapa sus intereses de terminar lo que ha empezado, a cualquier precio. Al presidente de LaLiga se la han colado como en su día se la colaron los directivos del Elche CF o del CF Reus Deportiu. O no...

No hay dos sin tres y el todopoderoso presidente de la patronal ha vuelto a demostrar que no es tan difícil darle la vuelta a la situación para montar el pollo del año. No me entra en la cabeza que tras un protocolo tan meticuloso como obsesivo un equipo se haya plantado sin tener constancia en la última jornada, permitiendo que se levante el revuelo que se ha montado. En un mundo feliz igual si pero en el mundo de Tebas, no. Veremos qué opinan los clubes y sus dirigentes del esperpento que se ha organizado. Entre ellos, una Patricia Rodríguez tiene mucho que decir. Es el momento de que la directora general del Eche CF ejerza como tal bajo su cargo de vicepresidenta de la patronal de clubes, que para eso cobra y para eso debe defender los intereses franjiverde. Que no sea una directiva más que, como aquellos herederos del descenso administrativo, rindieron pleitesía al magnánimo Tebas para poder seguir disfrutando del chiringuito.

Han pasado más de cinco años desde que el presidente de LaLiga se cruzara por el camino de un Elche CF gestionado desde la negligencia de sus dirigentes. Un club que ha sabido rehacerse de un descenso administrativo y de un descenso deportivo para recuperar su esencia. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra pero si el animal se llama Elche CF y la piedra Javier Tebas el problema va más allá de un simple refrán. La directiva franjiverde no puede esconder la cabeza como el avestruz y esperar que los lloros y protestas de RC Deportivo y CD Numancia le valgan como flotador para no sumergirse en la profundidad. Debe tomar la iniciativa, con la fuerza que le confiere el cargo de Rodríguez para toserle al señor feuda que todo lo puede, sin olvidar la figura de un propietario que no está y tarda en estar.

Christian Bragarnik se ha comprado un club de fútbol, para lo bueno y para lo malo. Para disfrutar de los parabienes deportivos y para sufrir con las injusticias institucionales. El argentino tiene la oportunidad de romper su silencio, estirado durante siete meses, para dar un golpe sobre la mesa. Perdido en Argentina nada hace y si ya tardaba en presentarse, ahora con el panorama que se presenta, cada día que pase será un día en el que diluirá más su imagen ante su afición. A todo esto, no le vendría nada mal a Javier Tebas hacer autocrítica y abrir los ojos. A pesar de un protocolo que se ha cumplido a rajatabla nada es infalible y menos aún “imposible”, por partida doble, controlar lo incontrolable. Otra cosa es su ego y su superioridad divina, que le han vuelto a dejar en evidencia y con el culo al aire.

Te puede interesar