Un ascenso en tres actos

Elche CF | ANÁLISIS

Los jugadores del Elche celebran un gol al Villarreal B en el playoff de ascenso a Segunda / Sonia Arcos - Elche C.F.

Un ascenso en tres actos

El Elche CF ha vivido una temporada de altibajos marcada por la presencia de tres entrenadores, Vicente Mir, José Moreno ‘Josico’ y José Rojo ‘Pacheta’ en donde el equipo franjiverde ha ilusionado y ha decepcionado para acabar ascendiendo

Jerónimo Tormo,

El Elche CF 2017/2018 ha vivido una temporada cargada de altibajos, más parecida a una obra teatral, marcada por tres actos bien diferenciados, que a un curso futbolístico de treinta y ocho partidos más un playoff. El equipo franjiverde ha tenido que saber rehacerse con el paso de los meses para pasar de ilusionar, con victorias contundentes, a preocupar, sin una idea de juego definida que hiciera honor a una de las mejores plantillas de toda la categoría, y acabando emocionando con un ascenso que ha borrado cualquier tipo de dudas.

El equipo franjiverde volvía a Segunda División B, más de dos décadas después, con la vitola de favorito al ascenso y el único objetivo de regresar a la categoría de plata del fútbol nacional, bajo la presión del fracaso en caso de no lograrlo. Vicente Mir fue el elegido para capitanear un barco que empezó el curso deportivo ilusionando bajo el sello de las goleadas en un primer acto de la temporada en la que los ilicitanos hicieron pensar que la temporada sería un paseo militar.

Los franjiverde vivieron siempre en puestos de playoff de ascenso a Segunda División pero, los primeros síntomas de debilidad en el juego del equipo hicieron que el consejo de administración optara por un relevo en el banquillo. Las tan nombradas “sensaciones” de Diego García, y la falta de respaldo del director deportivo Jorge Cordero a la figura de Vicente Mir, hicieron que el Elche CF se bajara de la nube, ante la comparativa de un RCD Mallorca firme en el liderato.

Primera destitución

El Elche CF apostaba por el relevo en el banquillo, en apenas un primer tercio de competición liguera. La experiencia de la pasada temporada, en donde el órgano rector de la entidad del Martínez Valero estuvo lento a la hora de tomar decisiones en torno a la figura de Alberto Toril, para evitar el descenso de categoría, fue un espejo en el que nadie quiso volver a mirarse. Las asperezas entre García y Mir, con capítulos de disonancia entre presidente y entrenador, acabaron por contratar a ‘Josico’, abriendo un tétrico segundo acto.  

La llegada del manchego estuvo marcada por la polémica del primer al último minuto de estancia del hellinero en el cargo. La apuesta de la comisión deportiva franjiverde por el ex entrenador del CD Atlético Baleares fue forzosa ante el ‘no’ de Eloy Jiménez, el elegido para el puesto, a plegarse ante las exigencias de un club que no permitía la presencia de un segundo de abordo en el banquillo e imponía al de la casa. El ex jugador del Villarreal CF asumía las riendas de un grupo de jugadores con el que nunca supo hacerse. Su apuesta de fútbol rácano y desvirtuado tuvo como punta del iceberg su intención de prescindir de los servicios de ‘Nino’ durante el mercado invernal.

El sinsentido que supuso no saber gestionar la dinámica diaria del vestuario franjiverde, unido a los pobres resultados y el escaso juego franjiverde, desembocó en una destitución que serviría como punto de inflexión para abrir el tercer acto de la temporada con José Rojo ‘Pacheta’ como actor principal. El burgalés aterrizaba en el Martínez Valero con la presión de levantar un vestuario y un equipo. La salida de ‘Josico’ había dejado la envenenada herencia de un mensaje cargado de rencor que apuntaba a la falta de profesionalidad de los futbolistas.

Ascenso

‘Pacheta’ ha demostrado que lo que el equipo necesitaba era sentido común, orden y trabajo. El técnico de Sala de los Infantes recuperaba la confianza de los futbolistas en una idea futbolística basada en la seguridad defensiva y la alegría en ataque. El burgalés ha tenido que esperar hasta el último partido para sumar la derrota más dulce de la temporada en Villarreal, que ha dado el ascenso. Un playoff casi perfecto, cinco victorias en seis partidos, pero sobre todo, la sensación de un equipo hecho y comprometido que ha devuelto la ilusión a toda la afición franjiverde en un tercer acto de explosión de júbilo.

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