Triste regreso a Montilivi

El destino es muy capricho. Podría haberlo sido más, pero entonces el adjetivo para definirlo habría sido otro mucho más grotesco. El Elche CF vuelve el próximo domingo a Montilivi. Han pasado dos años, siete meses y veintitrés días. Tres temporadas en las que, desde que Girona fue testigo en el minuto 96 de un partido grabado con letras de oro en la historia franjiverde, el equipo franjiverde ha disfrutado más que ha sufrido la máxima categoría del fútbol español.

Los ilicitanos han cubierto un ciclo en el que han pasado tantas cosas, buenas y malas, que aquella eterna noche de verano, que empezaba un 23 de agosto y terminaba un día después marcada por las manecillas del reloj, parece perdida en la memoria franjiverde. Una campaña desquebrajada por una pandemia y vuelta a coser por la magia del fútbol y sus dioses. Un año de ilusiones que puso al Elche CF en el centro de su diana.

Virtualmente descendidos

El reencuentro con Montilivi no será el esperado. Menos aún el deseado. El ascenso del Girona FC el pasado verano ponía en el mapa franjiverde el epicentro de la última gran alegría cosechada por el Elche CF. Muchos hacían cábalas, cuando se conocía el calendario de Primera División, de dónde estaría el conjunto ilicitano un 16 de abril de 2023. Dos campañas de lucha contracorriente para conseguir la salvación parecían suficiente curtimiento para afrontar un salto de fe hacia el próximo peldaño.

La realidad mancha la expectativa. El fútbol no perdona cuando se saca pecho y el Elche CF se creyó lo que todavía no podía ser. Tenía motivos y trazos para poder lograrlo, pero antes de dar el segundo paso hay que andar el primero. A veces, incluso el primero es el más difícil porque es el que te puede hacer tropezar. Bragarnik los ha querido dar de dos en dos y se creía que ser trilero del fútbol le permitiría mover la bolita a su antojo para colocarla en el vaso que quisiera.

Fidel, ausente

Montilivi siempre será Montilivi para la historia del Elche CF. Edgar Badía, Gonzalo Verdú, Josan Ferrández, Fidel Chaves y Pere Milla rememorarán aquella banda izquierda del ataque franjiverde cuando el partido moría, rumbo a una prórroga que haría más eterna la temporada. Sobre todos los dos últimos. Protagonistas en nombre de sus compañeros. El onubense no estará, sancionado, en lo que es una alegoría de que se vuelve a Girona y a Montilivi, pero el recuerdo no será completo.