Toril protege a la plantilla

Alberto Toril tira de experiencia. El cordobés ha vuelto a repetir la estrategia que durante la semana pasada hizo que el Elche CF se quedara fuera de la vista de quien se acerca al anexo del estadio Martínez Valero. El entrenador franjiverde quiere concentración máxima durante una semana que es quizá más importante incluso que la pasada. Con una página del calendario arrancada, y tres puntos menos por jugarse, los franjiverde no pueden permitirse el lujo de sufrir un nuevo tropiezo, más aún en el estadio Martínez Valero. El cordobés ha dispuesto tres sesiones a puerta cerrada, miércoles, jueves y sábado; con sólo una salida al anexo el viernes.

El riesgo es máximo y el andaluz quiere tener todas las piezas del puzle ordenadas para el duelo ante el Sevilla Atlético. Los ilicitanos se van a medir a un equipo que, a pesar de su condición de filial, no se ajusta a los parámetros del clásico ‘equipo B’. Los de Nervión son el calco de su primer equipo, un conjunto aguerrido y con intensidad en el que la juventud de sus jugadores no está reñida con las argucias del fútbol. En juego está el futuro deportivo del Elche CF, a nivel grupal, y el de Toril, a nivel individual. El devenir del técnico depende del resultado de un partido en el que no valen para nada las sensaciones de treinta y dos. Ha llegado la hora de la verdad para el andaluz que, ante el Sevilla Atlético, tendrá su particular prueba de fuego.

Decisiones

El consejo de administración franjiverde tiene claro que el camino, en caso de una derrota, conduce al abismo. Más allá de que haya soluciones a corto plazo para el problema del Elche CF, la decisión sería la de prescindir de los servicios de Alberto Toril para que el equipo intentara enderezar el rumbo. El cónclave lo tiene claro, más aún cuando el que debe tomar la decisión es el presidente que, a pesar de los mensajes públicos, recela de la desgastada figura del entrenador. Distinto es que no se hayan sabido manejar los tiempos en la planta noble del Martínez Valero y que la situación haya cogido por sorpresa en un fin de semana en donde los resultados de los rivales, unidos a la derrota en Córdoba, ha acercado peligrosamente al equipo al descenso a Segunda División B. De nada sirven las lamentaciones en un momento en el que lo que importa es corregir una situación en donde el compromiso de los jugadores es lo único que puede salvar una temporada mediocre, no por los resultados sino por las excusas con las que se han tapado los marcadores. De momento, el paso de los futbolistas se ha dado al frente mostrando el apoyo a su entrenador.