Ser moreno y bajito también vale

Elche CF | OPINIÓN

Ser moreno y bajito también vale

El fútbol es caprichoso. Tanto como para que, en ocasiones, se deba valorar antes lo merecido que lo conseguido. Tampoco debemos engañarnos, y obviar la realidad que da de comer, y deslumbrarnos por las sensaciones en lugar de los números. Hay momentos y momentos. Llamémosle ‘la excepción que confirma la regla’ para justificar que no todo el monte es orégano o que no todos los días llueve a gusto de todos. El Elche CF perdió el sábado un puntito de esa belleza que en ocasiones ‘Pacheta’ define desde la altura, tez del cabello o el color de los ojos pero demostró que también se puede ser resultón siendo moreno, de 1’60 y con los ojos negros. Para gustos, colores; porque la belleza está en los ojos de quien mira.

La belleza está en el interior y la de este Elche CF se esconde tras una camiseta que se suda cada partido. Saldrán mejor o peor las cosas pero el esfuerzo es indiscutible. Es la realidad de un grupo que, en ocasiones está más acertado y en otras no da pie con bola. Ni antes se era tan malo ni ahora tan bueno; o lo que es lo mismo, ni antes se era tan rubio y ahora tan moreno (pero con encanto). El sábado el equipo franjiverde mereció más de lo que consiguió y hay que ponerlo en valor, como en otros partidos los ilicitano consiguen más de lo que merecen, y también se debe explicar para no perder el equilibrio que marca la balanza del fútbol.

El Elche CF de ‘Pacheta’ tiene su encanto. En ocasiones hay que darle la vuelta al folio más de lo que uno desearía, para cuadrar el círculo, mientras que en otras el pincel dibuja trazos de manera automática, mientras una sonrisa aprueba con satisfacción el orden de las piezas sobre el blanco del papel. Es un encanto distinto al de otros equipos, pero no por ello menos llamativo. Los franjiverde echan mano del fútbol de la generosidad y la solidaridad. A veces sale y a veces no pero, cuando no se logra algo se repite hasta conseguirlo.

Tan fácil como difícil porque en la constancia está la clave y no todos los equipos tienen espíritu de sacrificio. El empate agridulce del sábado tiene muchas ramas de satisfacción y un bosque que coloca a los ilicitanos con 23 puntos en una zona tranquila de la clasificación. Ni la derrota ante el SD Huesca enterró al Elche CF ni el empate ante el UD Almería le lleva al séptimo cielo. Tampoco la victoria ante el RC Deportivo o el tropezón ante el Real Sporting. Lo importante es que, igual que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, si lo hace es porque aprender a levantarse en la primera ocasión. Este Elche CF es resultón y, aunque no tenga medidas apolíneas, también enamora.

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