Opio para el pueblo

Elche CF | OPINIÓN

Opio para el pueblo

Jerónimo Tormo,

Christian Bragarnik lo ha vuelto a hacer. El propietario franjiverde ha tenido que claudicar ante su afición para maquillar la nefasta gestión deportiva que ha acumulado durante su primera temporada de mandato real, y que ha llevado al Elche CF de manera irremediable a una zona de descenso tan preocupante como difícil de reconducir durante las últimas dieciséis jornadas de competición. El argentino, cual gran prestidigitador, mueve la varita mágica para calmar a las masas. Darle al pueblo lo que quiere el pueblo para que la cortina de humo sea su mejor escudo ante su errática gestión deportiva. Una vieja estrategia que Bragarnik utiliza porque todavía sirve entre aquellos que no ven más allá de la franja verde.

Fran Escribá es el mejor regalo de San Valentín para una afición que perdió a su gran ídolo deportivo no hace mucho. Es indudable pero sólo el tiempo dirá si la solución, porque este no es el Fran Escribá de hace ocho años y mucho menos, este es su Elche CF de los récords. El adiós de 'Pacheta' nunca se entendió y Bragarnik pasó de héroe a villano. Meses atrás, el argentino actuaba con el mismo modus operandi. Salida de Gonzalo Villar, llegada de Jonathas de Jesús. Fuegos artificiales para cerrar las puertas y dar opio al pueblo. Un engañabobos en toda regla. El fútbol necesita ideas y proyectos sólidos, no golpes de timón según sople el viento de la afición.

Algunos, normalmente los más fríos e independientes, son capaces de entender y leer la situación. Como si de un partido se tratara, hay que saber ver más allá del resultado en lugar de quedarse con el gol de penalti injusto en el último minuto, a favor o en contra, cuando se ha jugado mal o bien durante noventa minutos. La sombra de Bragarnik es muy alargada y no sólo hay aficionados que se dejan impresionar por los influjos del que dicen es el dueño del Elche CF. El argentino ha vuelto a dibujar un escenario que me preocupa. Hacer lo que se debía haber hecho, pero con seis meses de retraso, porque su crédito estaba agotado.

Apostar por Escribá, cuando tu predilecto era Almirón, y habías prescindido de 'Pacheta', es asumir que has cometido un grave error. Tan importante que puede hacer que el proyecto, más allá de la configuración de una plantilla de escaso nivel para Primera División con experimentos sudamericanos que has tenido que rescindir (y otros se los tendrá que comer el nuevo entrenador), se vaya a pique por falta de conocimientos y lógica deportiva. Bragarnik es el responsable, y va camino de ser el culpable, de haber perdido un tiempo tan valioso como necesario. Escribá es su nuevo escudo. Ojalá le proteja, pero no cambia su imagen de improvisador y populista.

La dimisión pactada de Jorge Almirón es el clavo ardiendo al que se agarra Bragarnik como punto de inflexión. Si el argentino entiende de fútbol, como venden sus acólitos y altavoces mediáticos, debe de tener claro que sus decisiones, lejos de mejorar la situación deportiva franjiverde, han empeorado la marcha de un equipo que todos sabíamos iba a sufrir en Primera División. La salida de ‘Pacheta’ demostró poco tacto y una nula visión de futuro con un entrenador que consiguió el ascenso y al que le comunicó mucho antes de lograrlo que no iba a seguir, pasara lo que pasara, en el banquillo franjiverde. Todo un alarde de errores que el tiempo ha corroborado.

El invento Jorge Almirón se ha terminado y Christian Bragarnik ha fracasado en la colocación de su piedra angular. El propietario ha querido que su apuesta dijera adiós en forma de despedida voluntaria. Quién quiera puede creerlo, como quien quiera puede no hacerlo. Que Almirón haya visto la luz ahora es tan absurdo como que haya durado su crédito en el banquillo con más de tres meses sin ganar en el Martínez Valero. El entrenador tenía fecha de caducidad y eso es algo que me alegra porque me hace pensar que a Bragarnik aún le importa algo el futuro deportivo del Elche CF.

Si por el contrario, la última decisión de Jorge Almirón es voluntaria, Bragarnik queda en entredicho por mucho Escribá que aterrice. Lo dudo, pero si es tal y como el técnico dibuja con rostro consternado y compungido, tras una hora de retraso en su comparecencia pública, al dueño franjiverde el Elche CF le importa poco, porque no es ni tan siquiera capaz de dar el paso al frente de cortar la sangría de malos resultados que acumula el equipo franjiverde con un cese. Escribá es la mejor elección, pero también la más fácil. El enésimo abrupto giro de timón a la desesperada a una proyecto deportivo que, ahora entiendo que no se presente de manera pública. No existe. Es sólo un correr de los días en donde si suena la flauta el año que viene tocará Primera. Si no, a Segunda, y ya veremos si con Bragarnik con la firma todavía en el contrato de compra venta.

Te puede interesar