No estamos en pretemporada

El Elche CF va a descender a Segunda División. Dolerá menos de lo que dolería si fuera de forma inesperada, aunque ver a tu equipo arrastrarse en la clasificación, sufriendo jornada tras jornada la impotencia de querer y no poder ganar, es también un sufrimiento futbolístico que acaba erosionando la moral de cualquier aficionado. El problema llega cuando se trata de maquillar esa sensación con ideas que insultan al fútbol y a la profesionalidad de este deporte.

La corriente positiva e idealista, hermanada con el 'todo está bien', quiere vender la mentira de que abril y mayo son el puente hacia los meses de julio y agosto. Una especie de pretemporada adelantada en el tiempo para preparar el terreno de cara al próximo curso deportivo. Milongas. Quién quiera se lo puede creer. De ilusos está lleno el mundo, pero la única realidad es que ni se está terminando como se debe la campaña, ni da la sensación de que el presente vaya a cimentar el futuro porque la realidad supera la ficción.

Primero, porque extrapolar las pruebas de un Elche CF-FC Barcelona o un CA Osasuna-Elche CF no te van a servir para prepararte para lo que vivirás el próximo curso en Anduva o en Ipurúa. Segundo, porque ensayar con Mascarell como central, en lugar e hacerlo con Diego González; o con Carmona como mediocentro, en lugar de hacerlo con Raúl Guti, es tan irreal como absurdo. Tercero, el fútbol de Primera División no tiene nada que ver con el fútbol de Segunda División.

El Elche CF 2022/2023 poco o nada se le parecerá al Elche CF 2023/2024 en cuanto a futbolistas. Tengo incluso mis dudas de que hasta Beccacece continúe en el banquillo del Martínez Valero, pero lo que sí que tengo muy claro es que la patada adelante no puede hacer olvidar todo lo que está pasando. Las pruebas se hacen cuando toca hacerlas, lo demás es tirar por la borda un año. Total, ya está todo perdido. Experimentemos. No. Este Elche CF no está para jugarretas.

Beccacece está exprimiendo un mensaje que ha nacido en el despacho de Christian Bragarnik y que quiere propagarse, como si de las ramas de una enredadera se tratara, en el entorno franjiverde para acabar convirtiéndose en real. Pero una mentira, por mucho que se cuente mil veces no puede acabar siendo una verdad. Las opciones de futuro se trabajan en el futuro, no a doce partidos de que termine una temporada, ni con un entrenador nuevo.

Nadie sabe qué pasará la próxima campaña pero, tal y como se está viviendo está temporada, es más sencillo intuir qué pasará el próximo partido. Endulzar el camino de derrotas que queda por delante, hablando de los conceptos positivos que se han trabajado pensando en el año que viene, es más fácil de vender que el enésimo tropiezo del curso. No estamos, ni podemos estar, en pretemporada. Tampoco podemos dejar que nos convenzan para olvidar el presente sin entender el pasado y pensar en el futuro.