La Liga de Fútbol ¿Profesional? de Javier Tebas

El fútbol español se ha sublevado. La falta de rotundidad, y el silencio que se ha generado, en torno a las decisiones que se deben adoptar para resolver la temporada en Segunda División ha abierto un periodo de tiempo de, actualmente, diecisiete días en los que los clubes implicados y no implicados en el desenlace de la categoría de plata del fútbol español piden para defender sus derechos, hasta el punto de haber convertido la situación en un esperpento. El mundo del fútbol se ha convertido en lo que, durante los últimos días circula por las redes sociales, un circo en el que cada cual capitanea y dirige sus intereses a su antojo, para moldearlos e intentar conseguir, lo que todavía no ha conseguido, o deshacer todo lo hecho, en despachos, en lugar de en el césped.

La suspensión, y posterior aplazamiento, del partido entre RC Deportivo y CF Fuenlabrada ha generado la controversia inicial de luchar por una sexta plaza que ha quedado en el aire. El Elche CF ha defendido siempre su derecho deportivo, por haber ganado el partido ante el real Oviedo y haber terminado la fase regular en sexta posición. Desde el Martínez Valero se apostó por presentar alegaciones y hacer hincapié en una situación de incomparecencia que poco recorrido ha tenido puesto que el CF Fuenlabrada no faltó a un partido que fue suspendido con anterioridad. La entidad franjiverde está pendiente de la resolución del expediente disciplinario que tiene abierto el club madrileño para, ante una posible sanción deportiva, ser el cuarto equipo del playoff.

Pérdida de jugadores

Misma línea, para optar al playoff, trazó un Rayo Vallecano que llegó a solicitar un partido de desempate con el Elche CF para decidir qué equipo debía ser el sexto clasificado. En la zona alta de la tabla, y ya con nombres fijos en esa fase de ascenso, se encuentran las situaciones especiales de tres equipos. El Real Zaragoza no podrá contar con Luis Suárez, que ha sido reclamado por su club de origen (FC Watford) tras finalizar cesión. Los aragoneses han pedido que ascienda de manera directa los cuatro equipos del playoff, que se sumarían a campeón y subcampeón, o en su defecto lo haga el tercero, que son ellos mismos, para no disputar un playoff de ascenso que ha quedado adulterado por no competir con las mismas armas.

El UD Almería tiene otro tipo de problemas. Como en el Real Zaragoza han aparecido positivos por covid-19, pero en el caso andaluz por partida doble. Las sesiones de entrenamiento se están sucediendo de manera intermitente y el club de Juegos Mediterráneos ha pedido celeridad para no ver perjudicada, ya no la actual temporada sino también la futura ante la que está atado de pies y manos para planificar. Quizás el equipo que menos ruido haya hecho es el Girona FC. Eso sí, su jugador Christian Rivera explotó en redes sociales diciendo “Una pregunta, si cuando por fin se vaya a jugar, resulta que hay un brote en otro de los equipos de play off, seguimos alargando esto hasta 2023?? Total, que se jodan los equipos que han sido suficientemente responsables y profesionales como para no contagiarse. Barra libre…”.

Sin descensos

Las dudas en la disputa del playoff de ascenso han hecho que, también en Primera División, se haya movido el avispero. El colista RCD Espanyol ha solicitado que no haya descensos de categoría porque no se ha podido competir en igualdad de condiciones. El club catalán recuerda que el fútbol post crisis sanitaria no ha podido tener presencia de aficionados en las gradas y el factor afición se ha dejado notar. Además, no olvidan que tuvieron varios positivos en sus filas, como el Valencia CF, motivo por el que no han podido preparar el tramo final de la competición liguera de la mejor manera posible. Por el momento, los otros dos clubes descendidos de Primera División, CD Leganés y RCD Mallorca, no han alzado la voz para seguir los pasos de los pericos.

Muy diferente es el objetivo de CD Numancia, RC Deportivo, Extremadura UD y Real Racing Club. Los cuatro, descendidos a Segunda División B, manejan sus cartas como les conviene, para mantener la categoría. Los gallegos son los que han cogido la bandera de una situación en la que tienen pendiente la disputa del partido ante el CF Fuenlabrada. En Riazor piensan en un descenso administrativo de los madrileños, sumar la victoria, y ser cuartos por la cola para que, si llegado el caso, sea el equipo que se salva. Ante la misma idea está pendiente el CD Numancia que, con un partido más, es el decimonoveno clasificado. Sorianos y coruñeses han abogado por una Segunda División de veinticuatro equipos el próximo curso.

La petición, que parece una utopía, riza el rizo con la postura de Extremadura UD y real Racing Club que piden una Segunda División de veintiséis equipos y no contemplan que sólo se salven CD Numancia y RC Deportivo. A pesar de que extremeños y cántabros llegaron a la última jornada de competición, que no fue suspendida y aplazada, con sus descensos consumados la necesidad aprieta y son capaces de solicitar cualquier artimaña, que consideren, legal para salvar una nefasta temporada sobre el terreno de juego. Si la temporada de veinticuatro es un imposible, más todavía sería la de veintiséis. No sólo por cuestiones deportivas sino también económicas en donde, aumentando en dos el número de conjuntos en Segunda División, cada equipo perdería una media de 800.000 euros en concepto de derechos televisivos.

Expediente disciplinario

Y entre medias de todo este maremágnum se encuentra el CF Fuenlabrada que el viernes jugará su partido ante el RC Deportivo con el ánimo deportivo de conseguir la victoria y escalar a la sexta posición, pero la incertidumbre del expediente disciplinario que tiene abierto, y pendiente de resolución por parte del Comité de Competición. El club madrileño habla de trama contra sus intereses pero, de momento, la Justicia le ha dado la razón a la hora de denegar la cautelar propuesta y fijar fecha al encuentro en Riazor. Algo, que aún así, puede no valerle de nada en la decisión. En definitiva, once equipos (diez de Segunda División y uno de Primera División) que forman parte de la llamada Liga de Fútbol Profesional que está quedando manchada por la actitud parsimoniosa de unos dirigentes a los que los clubes no tienen miramientos a la hora de pedir viendo el ejemplo que están dando.