La Liga de Beccacece

Elche CF | ANÁLISIS

Sebastián Beccacece dirige la sesión de entrenamiento franjiverde / Elche CF Jesús Hernández

La Liga de Beccacece

El entrenador argentino tiene doce partidos por delante para terminar una temporada en la que debe ganarse, con resultados, el respeto de la afición y empezar a planificar el próximo curso deportivo

Jerónimo Tormo,

FC Barcelona, CA Osasuna, Girona FC, Valencia CF, RC Celta, Rayo Vallecano, UD Almería, Atlético de Madrid, Getafe CF, Sevilla FC, Athletic Club y Cádiz CF. Doce partidos y un destino. Sebastián Beccacece empieza dentro de nueve días una 'nueva temporada' en el Elche CF. Los objetivos reales se han difuminado, con los trece puntos que se suman en el casillero y los catorce de diferencia que, a día de hoy, marcan la distancia entre el descenso y el milagro; y la permanencia es una quimera.

Aún así, Sebastián Beccacece tiene que encontrar objetivos a corto plazo para poder afrontar el día a día con las mejores garantías competitivas. El argentino tiene treinta y seis puntos por delante, para mejorar el registro del casillero franjiverde y, sobre todo, para ganarse la confianza del respetable de cara a la próxima temporada. Ya no se trata de conocer el fútbol español, con las diferencias que hay entre Primera y Segunda, o acercase al perfil de una plantilla que el próximo curso se reciclará.

La llegada del entrenador que asumirá las riendas del equipo el próximo curso en Segunda División, a estas alturas de campaña, es un arma de doble filo que sólo el escrutinio inexorable de los resultados determinará si la decisión de Bragarnik ha sido la correcta o es simplemente una metedura de pata más en su trayectoria al frente del Elche CF. Si los marcadores no acompañan el principal señalado será el técnico que acabará erosionado y sin crédito ante su afición. Si por el contrario la temporada se adecenta, el sabor de boca de la dignidad permitirá terminar con cabeza alta.

Confianza del propietario

El Elche CF de BKCC empieza de cero con un menos catorce en el casillero y una fecha de caducidad marcada en el calendario. El argentino sabe que el reto deportivo es mayúsculo, como también que la confianza de su representante, y a la vez propietario que le ha fichado, le da chance la próxima campaña. Distinto es lo que en los próximos doce partidos dictamine la grada porque el camino hacia el nuevo curso se puede hacer muy largo si, ya de primeras, el nuevo inquilino no es capaz de mejorar los ya de por sí pobres números de Machín. Empieza una Liga nueva, la Liga de Beccacece.

 

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