La columna vertebral franjiverde

Elche CF | ANÁLISIS

La columna vertebral franjiverde

Edgar Badía, Gonzalo Verdú y Fidel hacen pleno de minutos en los cinco partidos disputados en Primera División. Jorge Almirón organiza su idea de juego en torno a un equipo de sistema definido en el que el jugador debe ganarse la oportunidad

Jerónimo Tormo,

Quien tiene un equipo titular consolidado tiene en el fútbol un tesoro. ¿Quién no se ha aprendido alineaciones de carrerilla cuando sus equipos han conseguido objetivos? Es la máxima de este deporte, lo que bien funciona no hay que tocarlo y Jorge Almirón parece que tiene claro el concepto, más allá de tener que hacer variaciones por cuestiones que se escapan a la táctica en forma de molestias o lesiones. El argentino da confianza y premia los logros sin olvidar que de su gestión de vestuario, con palo y zanahoria, dependerá el funcionamiento del grupo. La individualidad marca al colectivo y le da el toque diferencial que construye la identidad y el ADN futbolístico de un proyecto. Todo un reto.

Más aún cuando un entrenador es debutante, no sólo en un equipo sino también en una competición tan diferente a la que habitualmente ha sentido en sus anotaciones y hoja de ruta profesional. Jorge Almirón está consiguiendo lo que parecía un imposible. Conjuntar con criterio y sensatez cada una de las piezas, tanto las heredadas como las solicitadas, para que el puzle no desentone en Primera División. El argentino ha pasado de cuestionado por UEFA para dirigir al Elche CF a entrenador revelación. Una buena muestra de lo que es el fútbol, una forma de entender la vida en la que pasas del cielo al infierno sin paracaídas, o del blanco al gris, y viceversa, sin un gris intermedio que te ayude a comprender las cosas.

Constante

Almirón no perdió el rumbo tras la abultada derrota ante la Real Sociedad y sólo movió ficha en una ocasión, y además por lesión de Cifu dando entrada a Lucas Boyé, cierto es que el equipo no disponía todavía de los refuerzos. La misma línea se dibujó ante la SD Huesca. Dos cambios, uno para intentar dibujar una línea de cuatro con Koné por Dani Calvo y el de última hora de Nuke por Pere Milla. Donde más variaciones ha sufrido la libreta fue en Mendizorroza, ya con el mercado de incorporaciones cerrado. Ante el Deportivo Alavés fueron cinco cambios, dos por lesión de Josema y Lucas Boyé y otro por la falta de entrenamientos de Nuke que estuvo con RD Congo. Contra el Valencia CF, lo justo y necesario. Tres cambios para dar forma a un sistema más protegido en el centro del campo con el regreso de Josema tras superar su lesión.

Son cinco partidos y quizás pocas conclusiones puedan extraerse, pero una es clara y meridiana. Existe una columna vertebral que se edifica en base a pilares sólidos que han disputado los 450 minutos jugados, Edgar Badía, Gonzalo Verdú y Fidel Chaves. Por detrás, como si del total se tratara pero con sustituciones para arañarles segundos al cronómetro, aparecen Raúl Guti (445) y Josan (442), sin olvidar a ‘Tete’ Morente (404 y Pere Milla (401) que redondean el grupo de siete futbolistas por encima de la marca. Redibujando el equipo, la titularidad de Edgar Badía es indiscutible, Gonzalo Verdú vertebra la línea de centrales alternando acompañantes como Barragán, Dani Calvo y Josema; Josan y Fidel son los estiletes por banda.

Oportunidades

Marcone (recién aterrizado) están llamado a capitanear la medular con Raúl Guti, y dependiendo del sistema en la zona central (con tres o cuatro), Nuke ha perdido protagonismo; con Lucumí y Rigoni, mientras ‘Tete’ Morente rebaje carga de trabajo y Pere Milla en punta de ataque, hasta que Lucas Boyé y Guido Carrillo den el paso al frente. En la recamara, jugadores con Diego ‘el Ruso’ Rodríguez, que con su competencia hará mejor la portería, Diego González, ‘Cifu’ y Koné, llamados a buscar su oportunidad en al retaguardia; Luismi y Sánchez Miño, preparados para oxigenar la medular; y Víctor y ‘Nino’, siempre importantes en cualquier equipo dentro o fuera del terreno de juego.

Te puede interesar