Hora de almacenar

Elche CF | OPINIÓN

Hora de almacenar

Jerónimo Tormo,

El Elche CF suma y sigue. Todos querríamos que los pasos hacia la permanencia del equipo franjiverde fueran más grandes pero no siempre querer es poder en el mundo del fútbol. El empate a un gol cosechado ante el Levante UD el pasado sábado y, sobre todo, la forma en la que se consiguió demuestran que hay que tener los pies en el suelo porque Primera División es mucha Primera División. Un equipo plagado de bajas como el valenciano dio una lección que hay que aprender para el futuro, cualquiera te puede ganar si no tienes tu mejor tarde. Kiko Casilla se vistió de salvador para que el Elche CF, por muchos méritos o deméritos que acumulara durante las fases del partido, tenga que asimilar que hay empates que saben a victoria; aunque puedas maquillarlos en acciones aisladas y puntuales de los partidos, como también ensuciarlos.

El estilo Escribá va a ser la tónica general de la temporada. Por mucho fondo de armario o calidad que el valenciano tenga a sus órdenes, el valenciano demostró en Getafe, y el sábado en el Martínez Valero, que su teoría de la manta va con él allá donde vaya. Y hace bien, aunque a mí me guste pensar que este equipo puede ofrecer algo más de fútbol. Pero una cosa es lo que a mí me guste, que no me juego nada cada fin de semana, y otra la que le guste al responsable de conseguir resultados para que no le corten el cuello. El pragmatismo futbolístico de Escribá siempre le ha funcionado en Elche y no lo va a cambiar. Si además le da resultados, como para pensárselo. Ya podrá gustar más o menos, ser más o menos ofensivo, que lo que a final de temporada gusta es volver a sacarse en abono en Primera División.

Dicen que cuando no puedas ganar, no pierdas. Tampoco depende de ti, muchas veces más del rival que te somete y de su puntería. El Elche CF hizo buena el sábado esa máxima. Pero hay muchas formas de no perder en vez de no ganar y la que pone en práctica el equipo ilicitano gusta porque el esfuerzo no se discute. La imagen también cuenta a la hora de abandonar el césped y recibir el verdecito de la grada. Aplauso o el silbido. Noventa minutos dan para mucho y normalmente el respetable es sabio a la hora de juzgar lo que ve para decidir si le gusta o no. Este equipo podrá tener mejores o peores tardes pero, de momento, siempre ha demostrado en el terreno de juego que si el estilo es pragmático, sobrio y práctico; el trabajo también tiene el sello propio de vaciarse en cada acción del partido.

Sumar puntos multiplica la confianza. Corren tiempos de almacenar como hormigas en el Martínez Valero, de llenar la despensa para soportar el duro invierno que asoma en el horizonte. Cada punto vale su peso en oro, bien lo sabe la sufrida afición franjiverde que el año deportivo pasado vivió en sus propias carnes cómo un equipo se puede salvar a final de temporada con ese punto que a tan poco supo durante la campaña. El fin justifica los medios y Primera División se juega de muchas formas. La de Escribá no luce en artificios. No está aderezada por fuegos artificiales ni colonia de alto postín. Es tan humilde como aguerrida y valdrá hasta que los resultados sigan dando de sí. Pero este es el camino para crecer y ganar en confianza. Es la pescadilla que se muerde la cola. Si ganas, creces y para ganar y crecer todo vale. Toca ser inteligente y maximizar la parte táctica del juego que para el brillo siempre habrá tiempo.

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