El futuro del Elche se escribe con ‘F’ de Francisco

El Elche CF es de Primera División. Qué difícil es conseguirlo y qué fácil es perderlo. Que se lo digan a muchos equipos que miran con envidia deportiva hacia el Martínez Valero. Elche sonríe. El equipo de la ciudad de las palmeras se lo ha ganado. Sufriendo y disfrutando. Trabajando. Contra todo y contra todos. Nos lo merecemos. No ha sido una temporada fácil pero nadie dijo, y menos aún pensó, que fuera a serlo. Un camino que empezó a andarse allá por el mes de julio, que se torció en noviembre pero que, con la llegada de Francisco se ha reconducido hasta llegar a la meta para recoger el objetivo. Domingo, 28 de noviembre de 2021, 165 días después, cinco meses y medio después de la llegada del almeriense, el Elche CF ha conseguido por méritos propios todo lo que se había propuesto.

El equipo franjiverde ha renovado su billete en Primera División gracias a la constancia. Nunca nadie bajó los brazos. Ni siquiera el cese de Escribá estuvo marcado por la falta de actitud, más allá de una pésima y horrible primera parte ante el Real Betis Balompié. El Elche CF siempre ha dado la cara. A veces mejor, otras peor; pero su seña de identidad, su ADN, ha sido el de la lucha. Ya no se trata de haberlo logrado, sino de cómo se ha logrado. El sello Francisco se ha grabado a fuego en la cotidianeidad de un grupo de futbolistas que con la llegada del almeriense cambió su mentalidad para dar un paso al frente. Cada entrenador tiene su estilo y el de Francisco ha encajado mejor en la plantilla franjiverde que el de su predecesor. Y todo, sin olvidar, el esperpento Pablo Machín.

Una anécdota, afortunadamente, a día de hoy. Un capricho del destino que ha vuelto a hacer bueno aquello de todo lo que sucede, sucede por alguna razón. El ‘no’ del soriano, el ‘no pero sí’ de Francisco. La historia de un amor que, quizás no surgió a primera vista, pero que con el roce se ha acabado convirtiendo en cariño. Sólo el técnico del Zapillo sabe las horas que habrá acumulado su reloj, manchando y limpiando su pizarra de tinta no permanente para cuadrar el círculo y encontrar el camino hacia la permanencia. “Vinimos a Elche par esto y conseguirlo es una satisfacción”. Sólo él sabe lo que se siente cuando el trabajo tiene recompensa y la recompensa es dibujar tanta alegría en el rostro de una masa social que empieza a acostumbrarse a disfrutar de Primera División.

Tercera temporada consecutiva en la élite. Casi nada. Christian Bragarnik tiene en la mano el proyecto más ambicioso de la casi centenaria historia del Elche CF. El argentino ha tenido que ir aprendiendo a golpe de realidad cómo se gestiona un club de Primera División. El propietario franjiverde ha hecho bueno el ensayo error y, no debe doler decirlo e incluso reconocerlo, con grandes dosis de fortuna ha encontrado la fórmula para enlazar dos permanencias consecutivas y tres temporadas en la máxima categoría del fútbol nacional. Francisco debe ser la piedra angular de su proyecto. El andaluz, a diferencia de Escribá hace un año, tiene una idea de fútbol que coincide con las intenciones del argentino y eso no se puede, ni se debe, desaprovechar. Hay trenes que sólo pasan una vez y ‘francisquetas’ a las que hay que saber que uno debe subirse. El futuro del Elche CF se escribe con ‘F’ de Francisco.