Demasiadas peras para este olmo

Elche CF | OPINIÓN

Demasiadas peras para este olmo

Jerónimo Tormo,


Es oficial. El Elche CF está de vacaciones. El equipo franjiverde se ha ganado el siempre discutible derecho a tomarse libres las jornadas del calendario que le han sobrado, tras conseguir la permanencia. La derrota cosechada en Vigo está marcada por la relajación de un partido en el que poco puedes competir si no te juegas nada. Hay quien apela a la tranquilidad como motivación. Está muy bien. Yo soy el primero que tiro de tópico para llenarme la boca y exponerlo en el escaparate de la hipocresía pero no nos engañemos, la línea que marca la diferencia entre el querer y el poder a estas alturas de curso es tan fina como la capacidad para darle la vuelta. Qué sí, que ya lo sé. Que aquí, cuando hablamos de lo de los demás todos somos muy responsables… hasta que nos toca a cada uno ponernos en el lugar de aquel al que exigimos.

Bendito sea, y ojalá se repita cada temporada durante las muchas que a todos nos gustaría estar en Primera División en los próximos años, comerte partidos del Elche CF como el de ayer en Vigo. ¡Bendito sea! El objetivo está cumplido y las vacaciones asoman a la vuelta de la esquina. Francisco reparte minutos y gestiona vestuario. Da forma a una alineación en donde la unidad B tiene el premio de disfrutar de todo lo entrenado durante la semana y la temporada en un partido de élite. Algunos recuperan la titularidad, otros la estrenan. Algunos, incluso, debutan. No es el once de gala, no. Hay futbolistas que se han quedado en casa y ni viajan. Pero no funciona. Pedimos tensión, intensidad, hambre. Debería de ser innegociable, pero tanto como el sentido común a la hora de demandarlo.

Soy el primero al que no le gusta que una temporada notable acabe afeada por varias derrotas consecutivas pero visto lo visto, que me digan dónde hay que firmar para hacer contrato vitalicio en torno a esta situación. Han sido tantos cursos arrastrándote en finales de años deportivos, sin nada por lo que pelear en categorías en las que el Elche CF estaba a años luz de soñar con Primera División, que todo lo que sea aburrirme en el sofá con una derrota me parece un lujo. Hay quien dice que el futbolista ya está más pendiente de su próximo destino. Seguro que tiene razón. También le diría que quién no piensa cuando termina de trabajar el viernes en el sábado en lugar de en el lunes. Denme finales así de tibios en Primera todos los años, los quiero todos para mí. Que los malos ya me he cansado de verlos, quiero cansarme ahora de los buenos.

Hay quien no entiende en qué consiste el privilegio de estar salvados matemáticamente a dos partidos del final del curso, y unos cuantos más de manera virtual. Hay quien vive en un bucle de flagelación porque sufrir es vivir. Llegan incluso a hablar de ridículo. El poderío de la raza franjiverde. La tensión competitiva que no se vio en Balaídos se ha disfrutado durante treinta y seis partidos. En algunos se ganó, en otros se perdió y en otros se empató. Ahí nadie rechistaba. Noventa minutos en cuadro no pueden ser ejemplo de nada, menos aún motivo de queja e incluso vaticinio de lo que será la próxima temporada. Hay que ver lo que gusta pedirle peras al olmo. A veces hasta aguacates. Todos queremos ver ganar al Elche CF pero hay momentos para todo. Enhorabuena a todos los aficionados que ayer aguantaron hasta el minuto 96 pegados frente al televisor. Y a los que no, tranquilos, aún queda un partido para rajar con permanencia en el bolsillo.

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