"Christian Bragarnik no es un Peter Lim"

Elche CF | ANÁLISIS

"Christian Bragarnik no es un Peter Lim"

Los aficionados de Elche CF y Valencia CF lamentan la gestión de sus propietarios, que ha llevado a ilicitanos a estar en Segunda División y a valencianos con un futuro incierto en Primera División

Jerónimo Tormo,

Elche CF y Valencia CF, Valencia CF y Elche CF. Clubes de fútbol, sentimientos arraigados. Unos blancos y verdes, otros blancos y negros. Dos ciudades bajo una misma bandera autonómica y una forma de entender la vida muy mediterránea. Muchos jugadores y entrenadores en común. Dos aficiones que apuntan al palco, entre los tres últimos equipos clasificados de Primera División, en busca de responsables.

Christian Bragarnik y Peter Lim llegaron a Martínez Valero y a Mestalla precedidos por las dudas y los ecos de otras experiencias extranjeras en la propiedad de clubes españoles que no salieron precisamente bien, a pesar de sus inicios efervescentes. Todos recuerdan a Dmitry Piterman en Santander, quizás el caso más mediático, mientras que en Málaga no olvidan a Abdullah ben Nasser Al-Thani.

Protestas del aficionado

Argentino y singapurense han acabado siendo lo que sus gestiones han moldeado sus clubes. Recibidos entre aplausos, despedidos entre silbidos. Bragarnik mantiene el tipo, cierto es que es la primera de sus cuatro temporadas (la primera a medias) en donde ha empezado a encontrar problemas. Peter Lim es insoportable en la ribera del Turia en donde las quejas rozan ya el histrionismo.

El entorno del Elche CF, que rodea al propietario del club franjiverde, siempre ha insistido en una reflexión. "Christian Bragarnik no es un Peter Lim". Parece que ha existido una necesidad sempiterna de repetir el mensaje, como si por machacar la teoría fuera a acabar siendo memorizada. La práctica ha demostrado que, en el momento más complicado de su gestión, el argentino ha sido cuando ha estado más tiempo ausente, atrincherado en su país.

También ha sido cuando ha tomado las decisiones más polémicas y controvertidas, remando contra la opinión del entorno. Sólo su regreso a Elche, y presencia en el palco, le alejan de la figura del singapurense, que dirige el club de Mestalla a 10.000 kilómetros, pero con personas de su confianza. EDT también gusta se depositar la confianza en su círculo familiar, quizás por ser el más cercano, como Lim, que se protege en sus allegados.

Caminos cruzados

Hasta la casualidad ha querido que Peter Lim, Elche CF, Christian Bragarnik y Valencia CF hayan entrelazado sus caminos. El primero se presentó en sociedad en Mestalla en octubre de 2014, en partido contra los franjiverde. Aquel día la adición valencianista, ingenua porque era imposible tener una bola de cristal, recibía al asiático a lo Mr. Marshall. Seis años más tarde, el segundo empezó a ver cómo el barco se le llenaba de agujeros, tras una victoria que fue el principio del fin.

Almirón ganaba en su primera temporada 2-1 a los valencianistas. El entrenador argentino ha sido el primer clavo del ataúd franjiverde. Empezaba la cuenta atrás hacia el cese del argentino, sin poder olvidar que no se renovó a 'Pacheta', y el vaivén de entrenadores que hasta ahora ha conducido, con dos permanencias, a un descenso catastrófico y vergonzoso en un año del Centenario en el que ha habido hasta tiempo de repatriar a Almirón para ensuciar más la planificación.

Querer escapar siempre de la comparativa Bragarnik - Lim ha sido lo que más ha acercado al argentino al singapurense. No son los únicos extranjeros que manejan clubes en el fútbol español, pero son los que han conducido, junto con Chen Yansheng en el RCD Espanyol; a dos equipos a estar en zona de descenso a Segunda División. Casualidad o causalidad, los tres no tienen que dara la cara en el ecosistema de sus aficionados. Ya nada queda de esos presidentes que se cruzaban por la calle con su masa social y tenían que pensarse bien cada movimiento que hacían.

Visión mercantil

Ambos tienen el gusto de mover el producto. Futbolistas como mercancía, cada uno dentro de sus posibilidades y de sus precios. Es el problema que surge cuando un sentimiento se puede comprar porque los que son del pueblo, José Sepulcre y Amadeo Salvo, son los que pusieron precio a una razón mercantil que mueve el corazón futbolístico. Y así, se llega a jugar un partido en el que hay en juego algo más que puntos en donde a Peter Lim se le protesta. A Bragarnik todavía no, veremos cuánto se tarda en hacer o si ya es tarde.

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