¿Cambio de sistema?

El Elche CF 2018/219 va a ser muy parecido al 2017/2018. Más allá de caras conocidas y nuevas, el equipo franjiverde sigue manteniendo la base del grupo que consiguió el ascenso a Segunda División hace poco más de un mes en Villarreal. Por si fuera poco, ‘Pacheta’ volverá a asumir las rienda de un proyecto que ya en los dos primeros partidos de pretemporada ha dejado detalles de que lo que bien funciona nos e debe tocar.

El entrenador burgalés llegó a apostar en el primer once de verano por el que saltó de inicio a la Ciudad Deportiva de Villarreal, toda una declaración de intenciones que el propio técnico reconocía era un detalle hacia esos jugadores que consiguieron el hito franjiverde. Aún así, dentro de las pruebas ensayadas por el de Sala de los Infantes se abre una incógnita de futuro, el sistema táctico.

El Elche CF de la pasada campaña se caracterizó, desde la llegada de ‘Pacheta’, por un significativo 4-1-4-1 con Manuel Sánchez por delante de la defensa, escoltando a Provencio y Javi Flores. La idea se ha repetido tanto en Santa Pola como en Villafranqueza, incluso cambiando las piezas y colocando a Nando Quesada o Jony en las funciones de destrucción y creación, sin embargo el entrenador franjiverde no rehúye de la alternativa, más aún teniendo un futbolista como Gonzalo Villar.

“Jugador distinto”

Cuando el murciano ha tenido minutos, el dibujo del Elche CF ha cambiado pasando al 4-2-3-1. Un esquema más propio para un organizador como el ex del Valencia Mestalla que abre la puerta del cambio. El nuevo fichaje es la clave del patrón puesto que sólo con él, ‘Pacheta’ ha cambiado. El entrenador reconocía tras el duelo ante el CFI Alicante que Gonzalo es “distinto” con el balón en los pies, un jugador que ha sido petición expresa del burgalés.

El hecho de que la llegada de ‘Pacheta’ al Martínez Valero la temporada pasada se produjera sin un claro organizador de juego, cabe recordar que Diego Benito había abandonado la disciplina franjiverde rumbo a Cartagena, hizo que el técnico tuviera que rehacer su idea de juego, adaptándose a las piezas. Meses después, el burgalés tiene un organizado y con él, la posibilidad de cambiar el patrón, que no el estilo.