Aprender la lección

Parece que fue ayer y el próximo sábado el Elche CF volverá a competir. Los dos meses de paréntesis que separan el último partido disputado como equipo de Segunda División B del que el próximo sábado tendrá lugar en el Martínez Valero como conjunto de Segunda División abren el miedo a lo desconocido pero también muchos clavos ardiendo a los que agarrarse. Cierto es que el equipo franjiverde no ha podido reforzarse como antaño acostumbrada, no menos cierto es que así tendrá una buena forma de aprender y no cometer los errores económicos del pasado, pero no por ello competir en un mundo tan exigente como la actual categoría de plata del fútbol nacional va a ser un imposible.

El Elche CF tendrá que aprender a vivir como un pobre en un mundo de ricos y, sobre todo y más importante, a pintarles la cara en más de una ocasión. De ejemplos de superación futbolística está cargada la historia, tantos como para aparcar, al menos hasta que el fútbol te ponga en tu lugar, el ver más hombres que nombres en la plantilla ilicitana. La pretemporada ha dejado claros muchos conceptos de lo que será este Elche CF. Un grupo de jugadores con carnet de Segunda División pero con esencia de Segunda División B pero ante todo un equipo.

‘Pacheta’ ha empezado la casa por los cimientos. Seguridad, posesión y presión. Un decálogo que todo equipo quiere trasladar de la teoría a la práctica y que, durante este mes de preparación veraniega se ha podido ver que es posible. Como el burgalés diría, esto es un juego, y como juego se puede ganar, perder y empatar; pero a buen seguro que si los ilicitanos son capaces de reflejar el trabajo diario cada siete días sobre el césped la distancia entre la categoría de bronce y la de plata se reducirá con el paso de las semanas.

Ha llegado la hora de la verdad. El fútbol vuelve de nuevo a repicar en el Martínez Valero y lo hace con una sonrisa que se viste de blanco y verde. Volver a ver a nuestro Elche CF en Segunda División es lo mínimo que nos merecemos tras tanto palo deportivo e institucional. Recuperar una categoría que hace poco se despreciaba cuando el equipo se codeaba en los palcos ‘primerdivisionistas’ y que durante todo un año hemos llorado recuperar en las madrigueras del fútbol español. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. En el Martínez Valero espero que lo hayan echado de menos lo suficiente como, no sólo saberlo, sino aprender a no volver a perderlo, aprender la lección.