Centenario Rubén Baraja

Rubén Baraja ya tiene sus cien días de prueba. El técnico del Elche CF ha superado la barrera de prueba que todo cargo necesita y además lo ha hecho con buena nota. Mientras otros clubes como UD Almería o Real Valladolid prescinden de sus entrenadores (Sergi Barjuan y Asier Garitano), el Elche CF puede presumir que un novato en la categoría está dando unos resultados y unas sensaciones que permiten asentar las bases del club desde la tranquilidad y la sensatez. La llegada del vallisoletano al Martínez Valero se vio envuelta de un clima de crispación social, fruto del descenso administrativo franjiverde. El ‘Pipo’ aterrizaba entre palmeras de la mano de Juan Anguix y en apenas semanas pasaba de ser técnico de Primera a convertirse en entrenador de Segunda con el riesgo de caer a la Segunda B. Un baile de sensaciones no apto para cardíacos.

Baraja nunca ha tenido una mala palabra hacia el día a día de la entidad franjiverde y en sus cien días se ha encontrado de todo. Desde que el ex internacional se calzara las botas en un entrenamiento del 13 de julio hasta la fecha, el castellano leonés ha aportado calma desde la experiencia y el sosiego además de un arranque de competición que pocos esperaban ante el efímero tiempo del que disponía la comisión deportiva para dar forma a la plantilla. El vallisoletano ha transmitido sus conceptos al vestuario y todo jugador tiene un gesto de admiración al que es su entrenador, señalándole primero como motivo de su aterrizaje en el Martínez Valero, y reforzándole después como uno de los argumentos del momento del equipo. Con veintisiete puntos disputados y catorce en el casillero merced a cuatro victorias y dos empates, los cien primeros días de Rubén Baraja al frente del Elche CF son para tenerlos en cuenta.