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El engranaje defensivo se debilita
El Elche pasa de forjar su éxito en la solidez defensiva a ser uno de los equipo más goleados de la categoría con 13 dianas encajadas en ocho partidos.
El cambio ha sido radical en el Elche, especialmente en su zona defensiva. En tan solo dos semanas, el equipo franjiverde ha pasado de ocupar una de las plazas de ascenso directo gracias a su solidez atrás a ser uno de los equipo más goleados de la categoría. La defensa ha sido un auténtico desastre en los partidos ante Llagostera y Mirandés, y el conjunto de Rubén Baraja ha encajado ocho goles en dos encuentros. En los seis partidos anteriores, había recibido cinco dianas.
Con 13 tantos encajados, solo el Almería ha visto perforada su portería en más ocasiones (15). Muy lejos quedan Alcorcón, Osasuna y Ponferradina -los menos goleados de la categoría con 6-, un balance que permite a las escuadras de Pamplona y Madrid estar en la zona noble de la tabla.
La ausencia de Lolo, que estará al menos un mes fuera de los terrenos de juego, está afectando más de lo previsto en un equipo que quiere tener el balón como mejor sistema para defenderse. El mediocentro se ha perdido los dos encuentros ante Llagostera y Mirandés, dos rivales de la zona baja de la clasificación que han sacado los colores a la escuadra franjiverde. El Llagostera, de hecho, marcó al Elche casi la mitad del total de los goles que suma en estas ocho jornadas.
Ni Ilie Sánchez, que ha entrado en el once tras la ausencia de Lolo, ni Mandi están consiguiendo encontrar una solución a la baja del capitán en la medular. Pero el problema no se focaliza únicamente en la zona de destrucción. Tampoco la defensa y el portero han estado a la altura. En Palamós Baraja apostó por Cifuentes e Iisidoro en los laterales; junto a Hugo Álvarez y Armando en el centro de la zaga. Mientras que en el reciente partido ante el Mirandés dio entrada a Caro, que debutó en Liga con la franjiverde, y Álex Martínez. Nada funcionó en estas dos semanas.
Además de ser superado por el juego del rival, el Elche cayó preso de sus propios errores, algunos de ellos infantiles. Muy distante de la seguridad que mostró el equipo durante las seis anteriores jornadas y que le llevaron a auparse, con mérito, a la segunda posición. Baraja tiene trabajo por delante para recuperar las buenas sensaciones la semana que visita a otro gallito en horas bajas, el Almería.
