Orden defensivo como prioridad

Qué los dos últimos partidos de pretemporada del Elche se salden con idéntico resultado es un síntoma. Solo eso, aunque significativo. Al igual que ante el UCAM, el conjunto franjiverde sumó un empate sin goles frente al Murcia, gallito de la categoría de bronce. Un nuevo examen en el que la solidez defensivo brilló por encima de la efectividad en ataque.

Oportunidades no faltaron para abrir el marcador, pero la falta de acierto lo evitó. Sergio León y Cifuentes dispusieron de las ocasiones más claras del Elche para abrir el marcador. Les faltó puntería. Pelayo y Hugo Álvarez, central procedente del Tenerife que realizaba su primer test a las órdenes de Baraja, también rozaron el gol. El Murcia dispuso de varias llegadas, pero se topó con la buena disposición de la defensa ilicitana y la buena actuación de Pol, que pese a no tener competencia en la portería continúa creciendo para convertirse en el meta titular del Elche en Segunda. 

Tras la reanudación llegó el carrusel de cambios de Rubén Baraja, como ha sido habitual en los otros partidos de pretemporada. El técnico movió el banco con cuatro cambios en el once. El equipo imprimió una marcha más a su juego y buscó con más fuerza la portería del Murcia. Pelayo de nuevo trató de sorprender con un disparo desde fuera del área que se marchó desviado. El asturiano debe entender que está llamado a ser un jugador importante esta temporada. 

Hugo Álvarez también lo intentó en la segunda mitad, pero su remate 'a bocajarro' fue desviado por el guardameta  rival. Las variaciones en ambos equipos marcaron la recta final de un encuentro que acabó como empezó, con un empate sin goles. La lesión de Charlie, la peor noticia del partido. Aunque aparentemen sus molestias no presentan gravedad.

Segundo partido y de nuevo otro empate ante un rival de la parte alta de Segunda B. No es para tirar cohetes, ni mucho menos, pero al menos hay confianza en que el equipo de Rubén Baraja tiene galones de sobra para competir en la categoría de plata. El técnico tiene por delante dos semanas y media para acabar de moldear a su equipo.