¡El Elche sigue en Primera!

Málaga lleva camino de ser tierra prometida para la afición franjiverde. Si hace un año Garry Rodrigues rescataba al equipo y daba tres puntos que a la postre fueron claves para seguir otra temporada más en Primera, en esta ocasión La Rosaleda ha sido el escenario en el que el Elche ha logrado la permanencia matemática en la máxima categoría. Por la puerta grande, como los mejores toreros, la plantilla de Fran Escribá logra el objetivo cuanto todavía quedan tres jornadas por disputarse para el final del campeonato.

El partido fue un ejemplo de lo que ha sido el Elche esta temporada. Un grupo que no se ha desquebrajado ante las adversidades y que ha demostrado que por encima de las individualidades está el esfuerzo colectivo de todos los jugadores. En Málaga el Elche supo aprovechar su momento y defender con uñas y dientes su renta. No fue fácil. El gol de Jonathas pasado el ecuador de la primera mitad daba aire a un equipo que logró mantenerse en pie ante los arreones iniciales de la escuadra blanquiazul.

El Elche salió ordenado a La Rosaleda, aunque se vio superado en el inicio por el empuje de un rival que necesitaba la victoria para no perder su plaza de Europa League. Escribá mantuvo prácticamente el mismo once que venció al Deportivo. Garry Rodrigues le ganó la partida a Aarón en la banda derecha. Poco a poco fue desperezándose el conjunto ilicitano y tras un contragolpe de libro Jonathas abrió el marcador. Gran jugada de Fayçal y Víctor que el brasileño culminó.

La fortuna también sonrió al Elche en La Rosaleda. La falta de acierto de los locales, dos goles anulados al Málaga -el segundo por una rigurosa falta sobre Tyton- y un penalti que Duda lanzó al palo. La suerte estuvo del lado franjiverde. Pero la suerte hay que buscarla y la escuadra franjiverde siempre confió en sus posibilidades.

El paso por los vestuarios dio oxígeno a un Elche que realizó un gran despliegue físico a lo largo de todo el partido. El Málaga no anduvo con rodeos y se volcó sobre la meta franjiverde. La defensa se mostró muy firme. Buen partido de toda la línea, especialmente de los dos centrales Enzo Roco y David Lombán. Los franjiverdes sabían muy bien cuál era su cometido. Con un rival volcado, aunque con pocas ideas, a la contra podía sentenciar. Pasalic tuvo dos llegadas para hacer el segundo. En una disparó fuera y en la otra se durmió a la hora de rematar. 

Expulsión de Tyton y penalti fallado por Duda

En el minuto 71 pudo cambiar el partido. Pero el destino le debía un final tranquilo y feliz a este equipo, al menos en el apartado deportivo. Tyton derribó a Javi Guerra dentro del área. Penalti claro y expulsión. Era el turno de Manu Herrera. El portero no adivinó el lanzamiento, pero Duda mandó el balón al palo. 

El error en la pena máxima dio otro respiro, pero todavía no estaba hecho. El Elche debía resistir con un jugador menos durante 25 minutos ante un rival que no cesó en sus ofensivas sobre la portería ilicitana. Comandado por un inquietante Amrabat, el ataque blanquiazul merodeaba el área ilicitana. Lo cierto es que al Málaga se le nublaban las ideas cuando llegaba a la última decisión.

Pasalic sentencia

El equipo ilicitano defendió firmemente su renta. Otra de las claves del éxito de esta plantilla ha sido su capacidad de sufrimiento. Con un jugador menos y ante un rival desbocado, poco podía hacer. Matar a la contra y así lo hizo. En el último minuto del tiempo reglamentario, Pasalic se plantó solo ante Kameni y le batió con un disparo ajustado. Se lo merecía el croata, se lo merecía el Elche.

Los seis minutos de añadido que concedió el colegiado prolongó el sufrimiento. Las prisas por ganar le pudieron al Elche en algunas acciones y el gol de Javi Guerra en el 94' dio una emoción innecesaria al partido. La tuvo el Málaga en el último suspiro, pero el delantero blanquiazul remató a las manos de Manu Herrera. El equipo de Fran Escribá no merecía esperar otra semana para certificar la permanencia matemática.

Quizá con menos ruido que otras hazañas, lo que ha logrado esta temporada el Elche es una de las gestas más magníficas del fútbol modesto español. Con una plantilla de únicamente 20 efectivos, que además llevan tres meses sin cobrar, Escribá ha logrado lo que antes de Navidad parecía imposible, mantener a su equipo en Primera División cuatro jornadas antes del final del campeonato. Escribá, la plantilla y la afición se merecen este final.