El Elche llega tarde (3-0)

Un mal inicio de partido y un discutido penalti condenaron en el Sánchez Pizjuán a un Elche que cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde. El equipo de Escribá no mereció un resultado tan abultado, incluso podría haber discutido el triunfo a un Sevilla que vivió de las rentas. Pero la efectividad de los sevillistas se impuso en Nervión. 

Estrada Fernández no ayudó a que el Elche sobreviviera en el Pizjuán. El colegiado señaló penalti por un derribo de Coro sobre Reyes en una acción en la que ambos jugadores se agarran. Hubiera sido más objetivo haber señalado falta del atacante sevillista. Bacca no perdonó y encarriló el triunfo para los suyos. El tanto dejó muy tocado a un Elche que hasta entonces estaba muy bien plantado sobre el terreno de juego y apenas había permitido peligro sobre su portería. 

Con el viento a favor, llegó un aluvión de fútbol del Sevilla que desembocó en el segundo tanto local, de nuevo obra de Bacca. Denis Suárez y el colombiano ya habían avisado la meta de Tyton previamente. El penalti hizo mucho daño a la escuadra franjiverde, que apenas dio noticias en ataque durante los primeros 45 minutos.

Cambio de imagen pero sin suerte

La segunda parte fue otra historia. El Elche saltó al terreno de juego tras la reanudación con otra cara, más agresivo y dispuesto a buscarle las cosquillas al Sevilla. Le falto acierto en los metros finales al equipo de Escribá para meterse en el partido. Víctor Rodríguez disparó por encima del larguero primero y a las manos de Sergio Rico después, mientras que Jonathas remató desviado.

Consciente de su ventaja en el electrónico, el Sevilla concedió el balón al Elche y buscó el juego de contragolpe para sentenciar. Le salió bien la jugada a Emery a costa de recibir los pitos de su afición. Denis Suárez pudo matar el choque en los primeros compases de la reanudación. Lo evitó Tyton con una buena intervención. Los franjiverdes no desistieron y se vinieron arriba. Pasalic cabeceó fuera y Jonathas no llegó por muy poco a un remate de Garry Rodrigues, que saltó al césped para sustituir a un desafortunado Coro. El caboverdiano también lo intentó sin suerte, al igual que Fayçal, cuyo disparo fue retenido por el meta local.

La segunda parte fue del Elche, que quiso el balón y dominó el juego. Pero no supo materializar en gol su mejor fútbol. Es lo que tiene jugar ante un rival como el Sevilla, que cuando parte con ventaja, deja jugar a su rival. Pese al resultado, es admirable la capacidad de mantenerse en pie de los hombres de Escribá, que no desistieron ante el resultado en contra y el nivel de su rival. Faltó acierto a la escuadra franjiverde para poder rascar algo positivo del choque.

Gameiro sentencia

El Sevilla se desperezó y, aunque el balón le duraba muy poco en los pies, daba la sensación de que podía sentenciar en cualquier contragolpe. Y así fue. A nueve minutos para el final, Gameiro, que había entrado por el bigoleador Bacca, se plantó solo ante Tyton y anotó el 3-0 definitivo. 

Solo a partir del tercer gol sevillista el Elche bajó los brazos. Enorme esfuerzo el del equipo de Escribá, que podría haber dado la campanada si se hubiera subido a tiempo al tren del Pizjuán. Al Elche le condenó su floja primera mitad, condicionada por el gol de Bacca en una pena máxima muy polémica. Pese a las dificultades, el conjunto ilicitano plantó cara ante el actual campeón de la Europa League en su feudo y volvió a dar motivos para creer en la permanencia.