El Consejo destruyó documentación evitando el cotejo

La Liga de Fútbol Profesional (LFP) califica, a través del expediente de inhabilitación abierto al Elche CF, la contabilidad franjiverde de careciente “de rigor técnico” además de presentar “importantes carencias” y no reflejar “la situación financiera y contable real” del club ilicitano. La documentación recogida por la patronal de clubes deja a las claras que la investigación ha sido profunda en el tiempo detectando una serie de irregularidades que han agrupado una gestión extracontable de la tesorería cifrada en 1.530.670 euros, traspasos de cantidades sin contabilizar en efectivo de caja a la Fundación del Club en los que los dirigentes confiesan ser conscientes de que no existe correspondencia con la contabilidad de la Fundación y los supuestos traspasos y asumen que no es una práctica correcta.

Además, según el expediente de inhabilitación de la LFP, el club deja asientos contables sin reflejar para regularizar partidas de dinero, concretamente tres, sin especificar ni dejar constancia de las modificaciones operadas que según el auditor del club contraviene el Código del Comercio. El Elche CF acumula gastos no reflejados que se corresponden con gastos de personal y no se realiza la correspondiente retención ni declaración del IRPF que se hace a posteriori una vez se conoce la circunstancia por la auditoría de la LFP. La patronal mantiene que los dirigentes franjiverde confiesan haber destruido documentación del ejercicio 2012/2013 impidiendo su cotejo con los movimientos de la temporada 2013/2014.

Los auditores detectan un descuadre superior a los 150.000 euros entre el detalle extracontable facilitado por la dirección y el apunte correspondiente realizado en el libro mayor, además de detectar diferencias superiores a los 300.000 euros entre el dinero traspasado a la Fundación y las devoluciones de de ésta al Club. Se localizan contabilizaciones en caja del 100% de la recaudación del partido ante el FC Barcelona de la temporada pasada como ingreso en metálico cuando se había percibido 219.241’42 euros de ingresos cobrados mediante tarjetas bancarias, inflando el saldo de la misma en una cantidad realmente no percibida, una situación de la que el club ya explicó el error.

La LFP advierte de diferencias en el estado de flujo de efectivo aportado al Consejo Superior de Deportes (CSD) con el aportado posteriormente a la auditoria superiores a los 3.000.000 de euros reduciendo la cifra de pagos a proveedores y desvirtuando intencionadamente la situación real del déficit de tesorería. Para redondear su informe, la patronal de clubes solicitó la opinión del auditor del club del Martínez Valero. Juan Serrano reconoce en el informe solicitado por la LFP haberse cometido “deficiencias en la contabilidad”, “falta de rigor”, “múltiples deficiencias de control interno” y existencia de “gestión extracontable”.