El Martínez Valero se entregó a su equipo

Victoria del Elche sobre el césped y en la grada. El Martínez Valero estuvo a la altura de la trascendencia del encuentro ante el Espanyol y mantuvo un buen nivel de animación durante prácticamente los 90 minutos con dos importantes focos en las curvas norte y sur, donde se ubican las áreas de animación. Antes del pitido inicial se palpaba un buen ambiente en el coliseo de Alzabares. La afición recibió al equipo con una bandera blanquiverde gigante en el fondo sur y un mensaje de apoyo en el norte, elaborados por las peñas Illice Augusta y Luna Franjiverde. El dato de afluencia oficial fue de 21.472 espectadores.

Los momentos cumbres se produjeron con los goles de Jonathas y cuando el colegiado decretó el pitido final. Un árbitro que no se escapó de la presión de la grada. Los seguidores ilicitanos estuvieron muy encima del trencilla y protestaron airadamente sus decisiones como las expulsiones, el gol anulado y el penalti. Durante el tramo final y cuando más apretaba el Espanyol ante un Elche con nueve jugadores, la afición se volcó con su equipo y alentó a los suyos, que resistieron los ataques de los visitantes para dejar en casa tres puntos de oro.

Un triunfo en el que la grada del Martínez Valero jugó un papel fundamental. La afición se encontró con su mejor versión y ayudó a los hombres de Escribá en un encuentro muy importante.

FOTOS: La afición en el Elche-Espanyol